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El coronavirus acelera las transformaciones del retail

La llegada del COVID-19 ha acelerar los cambios estructurales que ya estaban ocurriendo en la industria del retail, según un informe especial de Retail Reload Consulting para MAPIC. Entre las principales tendencias se encuentran un aumento de la penetración online, un menor consumismo, una reducción de los metros cuadrados de las redes de las tiendas físicas o una reducción del volumen de producto.

El coronavirus acelera las transformaciones del retail

Impulsada por el confinamiento, la penetración de los negocios online está aumentando y se ha establecido más en el comportamiento de compra a expensas de las tiendas físicas y el contacto que genera. Estos hábitos perdurarán, a partir de ahora, de forma natural.

Con el confinamiento, los clientes están acostumbrados a comprar menos. La recesión post-coronavirus acelerará la disminución del poder adquisitivo, lo que amplificará la reevaluación del modelo consumista, ya afectado por el aumento de la conciencia ambiental. Esta evolución será más acentuada para los milenials, cuyo pensamiento político y comportamiento socioeconómico evolucionará.

La crisis sanitaria acelerará la reestructuración de las redes "resistentes" en torno a las unidades más rentables, avanza MAPIC. Esta evolución, que afecta a todas las marcas al mismo tiempo, afectará a los grandes almacenes y al paisaje inmobiliario comercial.

El retailer resiliente tendrá que maximizar el beneficio producido en cada artículo en lugar de pensar en la venta masiva, según el acuerdo. Cuando la oferta se reduce en el apartado de ventas y hay menos clientes, cada producto cuenta. Finalmente, es el fin de los costos logísticos excesivos para el negocio online que crean una pérdida de 20 puntos de margen por artículo en comparación con las ventas en las tiendas. No se tratará de vender por cualquier medio, sino de vender al mejor precio mientras se crean nuevos modelos de desabastecimiento.

Para poder mantener un máximo de tiendas y de personal y, al mismo tiempo, restablecer su situación financiera, el retailer resistente tendrá que redistribuir las tarjetas entre las partes interesadas de su cadena de valor. El trabajo en modo de grupo, que multiplica los costos y las limitaciones, ha terminado. El modelo de los canales de venta separados en el momento de la compra ha terminado. No es tiempo para la rigidez, es el momento de que las marcas mundiales se vinculen trabajando en sinergia, compartiendo funciones y competencias.