La cifra de absorción en la Zona Centro (Madrid, Guadalajara y Toledo) ha aumentado significativamente respecto al mismo período del año anterior, alcanzando una superficie de 218.677 metros cuadrados frente a los 158.508 firmados en el primer semestre de 2019, lo que supone un incremento del 38%. En Barcelona, la superficie contratada ha sido de 198.000 metros cuadrados un 41% inferior respecto al mismo semestre del ejercicio anterior, si bien es cierto que en 2019 tan sólo dos operaciones concentraron cerca de 150.000 metros cuadrados.
Por último, en Valencia la contratación se ha situado en 52.000 metros cuadrados, registrando un notable descenso con respecto a los 234.948 m2 contratados en los seis primeros meses del año pasado, pero que se explica por el impasse del confinamiento y el retraso en la entrega de alguno de los proyectos más significativos previstos en este primer semestre.
Las rentabilidades prime han experimentado un leve repunte tanto en Madrid como en Valencia respecto al segundo semestre de 2019, situándose en 5% y 6,15% respectivamente, sin embargo, en Barcelona, continúan manteniéndose estables en torno al 5,5%.
Por su parte, las rentas en zonas prime se mantienen estables en las zonas más demandadas del territorio nacional (5,5 euros el metro cuadrado al mes en Madrid y 7 euros en Barcelona) y sufren una ligera bajada en Valencia, situándose en 4,40 €/m²/mes.
Por lo que se refiere al volumen de inversión, “en el sector inmologístico en España se ha situado en cifras cercanas a los 425 millones de euros en estos seis meses. Los inversores han mostrado cautela durante el segundo trimestre, pero en junio han vuelto a reanudar el estudio de activos logísticos para futuras inversiones y se han cerrado ya algunas operaciones, por lo que se prevé una segunda mitad del año más dinámica”, señala Jorge Zayas, director de industrial & logistics de Colliers International.
Según Colliers, existe un creciente interés inversor por las naves cross-docking en zonas próximas a núcleos urbanos, así como por las instalaciones de frío y especialmente por el suelo industrial, que es, en palabras de Jorge Zayas, uno de los “favoritos” a la hora de invertir en el sector.
“El suelo finalista es el más atrayente, con tendencia a parcelas de tamaño cada vez más reducido, o asociado a antiguas instalaciones para demolición o reconversión, que a la postre proporcionan rentabilidades más altas dado que la ubicación que se persigue está en polígonos muy consolidados situados alrededor de las capitales. También se aprecia un incremento del interés por los suelos en desarrollo a falta de grandes parcelas, pero siempre con una perspectiva en cuanto a plazos de desarrollo máximo de 18 meses”, concluye Zayas.