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“La financiación está y estará cada vez más vinculada a la definición de desarrollo sostenible”

El consultor de BREEAM Pablo Fernández Seoane nos habla en esta entrevista del creciente peso que tienen estas certificaciones en el sector de los centros comerciales.

“La financiación está y estará cada vez más vinculada a la definición de desarrollo sostenible”

Pablo Fernández Seoane, de BREEAM, destaca cómo el retail es uno de los segmentos que apuestan con más firmeza por la sostenibilidad. Los proyectos de este ámbito representan un 16,38% del total en un sello que se ha adaptado a las exigencias de la nueva Taxonomía europea.


¿Qué peso tiene el retail dentro de las solicitudes de sellos BREEAM?

Pablo Fernández Seoane: El retail es uno de los sectores con más proyectos evaluados por BREEAM en España, representando el 16,38% del total. El mercado residencial, de oficinas y logístico están por encima en cuanto a volumen de proyectos, debido a que anualmente se incrementa el número de edificios nuevos de estas tipologías, especialmente en el ámbito logístico.

No obstante, el retail enfoca su operatividad principalmente en la actualización constante, apostando por la mejora continua de sus activos gracias al esquema BREEAM En Uso. Este sistema otorga la opción de actualizar y renovar la certificación cada tres años, permitiendo a los gestores del inmueble aplicar nuevas medidas sostenibles que paulatinamente están destinadas a incrementar la calificación inicial y colocarse a la vanguardia del control y la gestión de dichos activos. De este modo, se da respuesta a las necesidades permanentes de renovación y, por ello, los edificios destinados a retail representan una de las tipologías constructivas más firmes en su apuesta por la sostenibilidad.


¿Cómo están influyendo las nuevas exigencias de la Taxonomía europea en el interés por estos certificados?

P.F.S: La nueva Taxonomía europea, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y las metas de la Agenda 2030 comparten la misma finalidad; propiciar una mejora tangible en el aspecto ambiental y en el valor social de nuestras actividades económicas.

Dentro del mercado inmobiliario, los certificados de sostenibilidad como BREEAM acreditan la implantación de las mejores prácticas constructivas y los criterios de sostenibilidad que van más allá de la normativa. Uno de los puntos fuertes de evaluar proyectos bajo metodologías como BREEAM es la capacidad que tienen para recopilar y divulgar los datos relevantes que los marcos estratégicos y reglamentarios, como la Taxonomía europea, ya están solicitando y que servirán para justificar y cumplir las premisas establecidas en estas directrices. En este sentido, sí que sentimos cierta incertidumbre del mercado respecto a los plazos para cumplir las exigencias, en parte marcada por la complejidad de la implantación de estas directivas y que estamos en un proceso vivo que sufre alteraciones.

Por otro lado, aportamos un doble enfoque basado en la tranquilidad que ofrecemos a todas esas empresas que ya llevan trabajando con nuestra metodología, que se alinea con estas exigencias y, por otro lado, notamos el interés de nuevas compañías por conocernos para ampliar las posibilidades de prosperar en esta dirección e ir adaptando sus activos al cumplimiento de estas nuevas necesidades.

Las empresas que no adapten su modelo de negocio hacia la sostenibilidad estarán fuera de juego. Serán casos puntuales y la mayoría se están comprometiendo con este aspecto. Las compañías que apuestan por la certificación en el sector de la construcción evalúan la sostenibilidad con un sistema que tiene en cuenta una visión completa y holística sobre los puntos en los que hay que poner el foco.


¿Cómo se ha adaptado BREEAM a estos nuevos requisitos?

P.F.S: La propia esencia de nuestro certificado se alinea con muchos de los nuevos requerimientos y, además, compartimos el mismo objetivo dentro de nuestro ámbito; que se construya mejor y que sean edificios inclusivos y respetuosos con el planeta y con nosotros mismos como usuarios y ocupantes.

Para facilitar esta comparativa hemos creado un documento de sinergias entre BREEAM y la nueva Taxonomía europea. Además, realizamos un webinar junto a dos expertos en Taxonomía para aclarar algunas dudas, situarnos, conocer el punto exacto en el que nos encontramos y debatir sobre las mejores opciones para avanzar y adaptarse.


¿Se están aprovechando adecuadamente los fondos NextGenEU para acometer iniciativas que mejoren la sostenibilidad en el sector?

P.F.S: El objetivo de los fondos es, principalmente, que se acometa una rehabilitación profunda del parque inmobiliario español, donde el 80% de los edificios son ineficientes. Quedan tres años para que termine el plazo que nos han dado para utilizar esos fondos y, aunque se ha percibido un aumento del número de rehabilitaciones, especialmente enfocadas a la eficiencia energética y la reducción de emisiones, todavía queda mucho trabajo por hacer y es necesario aumentar el ritmo.

El problema actual para acelerar el uso de los fondos son las trabas burocráticas y legislativas, la falta de mano de obra cualificada y la crisis de materiales originada en los últimos meses. Pero la financiación está y estará cada vez más vinculada a la definición de desarrollo sostenible.


¿Cómo se está afrontando la sostenibilidad de una forma más amplia abordando la biodiversidad, el cambio climático…?

P.F.S: Son cuestiones que ahora obtienen más peso mediático, pero siempre se han contemplado desde un enfoque sostenible. De hecho, entre las 10 categorías que evalúa BREEAM desde su creación en 1990 hay una denominada Uso del Suelo y Ecología y otra que es Contaminación. Estas categorías van evolucionando y con el lanzamiento del último Manual de BREEAM En Uso se han redefinido y enriquecido categorías existentes desde el inicio como Materiales o Residuos; que ahora introducen y engloban conceptos que responden a requerimientos manifiestos, como la resiliencia o la gestión de los recursos, para dar respuesta al principio de economía circular.

Algunas de las medidas que se proponen en estas categorías incluyen la contratación de un especialista en ecología que realice un estudio y analice la biodiversidad existente del entorno y establezca recomendaciones de cómo mejorarla a través de corredores verdes, habilitar espacios para que aniden aves o crear destinos seguros y prósperos para mantener y enriquecer el valor ecológico del emplazamiento y sus hábitats. Son soluciones que no generan tanta atención como las vinculadas a la eficiencia energética, pero resultan fundamentales para garantizar la integración del inmueble con su entorno y respetar al máximo la fauna y flora autóctonas del emplazamiento.


¿Cuáles son las áreas en las que se percibe mayor margen de mejora?

P.F.S: Los factores que tienen una mayor repercusión sobre cualquier edificación suelen ser los relacionados con los consumos operacionales. Probablemente se trata del principal motivo por el que las instituciones públicas se han centrado en desarrollar extensas normativas y regulaciones que ponen el foco en el control y la limitación de los consumos energéticos e hídricos.

También existe un amplio espectro de parámetros que están en una fase muy inicial desde el punto de vista de la sostenibilidad, como el aprovisionamiento responsable y el análisis del ciclo de vida de muchos de los materiales con los que habitualmente construimos nuestros edificios, la mejora en las condiciones de confort interior con la prescripción de productos de acondicionamiento que contengan bajos niveles en cuanto al contenido de elementos perjudiciales para las personas (como los COVs), la implementación de medidas que mejoren los sistemas que determinan la calidad del aire interior o el desarrollo de estrategias eficaces de movilidad urbana y accesibilidad a servicios con el modelo de las ciudades de los 15 minutos.