¿Cuáles son las principales tendencias que están marcando las nuevas renovaciones de centros comerciales?
Esteban Becerril: Hay un renacer del centro comercial que se viene produciendo desde hace más de una década. La inserción y evolución del mundo digital ha supuesto una reformulación del centro comercial a todos los niveles. Se abren nuevas oportunidades para recoger estos vectores que están en el ambiente en los diferentes campos.
Parece como si el centro comercial recogiese un nuevo rol como aglutinante de usos y situaciones que pueden tener un efecto benéfico como motor de regeneración de las ciudades. Esto se puede ver en algunas de las últimas realizaciones, sobre todo en las zonas urbanas desestructuradas y en las de nueva creación.
El modelo es reproducir un fragmento de ciudad a pequeña escala, como un nodo generador donde la mezcla de usos, trabajo, retail, ocio, restauración, deporte y otros, incluyendo algunas formas de residencial, se estructuren con los esquemas y las formas tradicionales de la calle, la plaza, el parque y los elementos singulares. La idea de ciudad multinodal va en esa línea y favorece la aparición de los llamados en otra época centros de conveniencia como nodo urbano o plaza del barrio. Todo esto deriva en nuevos vectores e inquietudes en el enfoque del desarrollo de los centros.
¿Qué oportunidades ofrece la renovación o el reposicionamiento de los centros comerciales para incluir nuevos usos?
Ramón Ramírez: A nivel de ciudad la oportunidad más importante es la posibilidad de participar en operaciones de regeneración urbana, utilizando al centro comercial como impulsor del movimiento. Aquí habría que encontrar herramientas para colaborar con las administraciones públicas que hoy en día están poco desarrolladas.
Desde el punto de vista del centro, la mezcla de usos fomenta ese tráfico necesario para la actividad del retail. Aquí se abren muchas posibilidades de mezclas hasta ahora no desarrolladas. Esto da lugar también a nuevas tipologías de centros. Punto importante en la renovación es dar identidad al centro comercial y la radicación de ésta en su entorno.
¿Qué supuso su experiencia en X-Madrid?
E.B: Antes habíamos desarrollado conceptos y proyectos de ocio, restauración y deporte con diversos operadores. Habíamos presentado a otros promotores estas ideas para que estructurasen un centro comercial. X-Madrid supuso la posibilidad de hacer realidad estas propuestas y de verlas materializadas en un centro.
En un centro comercial, en el extrarradio de Madrid, abandonado en el periodo de crisis, y en una zona saturada comercialmente se plantea una transformación con un contenido alternativo: un antimall.
Todo lo relacionado con el ocio y el comercio de las tribus urbanas y los millennials se reúne en este centro con una vocación de realizar un lugar especial, con carácter, donde el ocio y la experiencia toman un protagonismo estructurante y cautivador. Los coches, las motos, el skate, la bicicleta, el deporte urbano, el espectáculo y la restauración, todo tiene cabida en este singular centro. Proyecto de ámbito regional, es escenario de grafiteros, performances y festivales alternativos.
El edificio original se transforma en una calle lineal, entre una plaza de eventos cubierta y una zona de experiencias y ocio al sur, el beach urbano. Una pequeña ciudad de tres alturas con acceso de bicicletas y patines que se despoja de su ropaje para convertirse en un icono de las culturas urbanas y el reciclaje. Lleva en su gen la experimentación y la renovación.
¿Qué peso tienen los criterios de sostenibilidad en las renovaciones?
R.R: La sostenibilidad está presente en todos los proyectos. Lo que parece una moda es un criterio que algunos ya utilizaban históricamente. En las renovaciones influye el alcance de la intervención para aplicar los criterios de sostenibilidad. Por pequeña que sea hay que implementar estos criterios en la medida de lo posible. En la mayoría de los proyectos se obtiene la calificación ambiental por una entidad certificadora. Esto supone un coste adicional necesario y asumible.
Tenemos que huir de los criterios meramente estéticos, que aluden solo al lavado de cara y promover la implantación de los criterios sostenibles y de eficiencia en todos los ámbitos de la vida del centro comercial, desde la concepción a la construcción, incluyendo la gestión y el mantenimiento. Es nuestro compromiso.
¿Cómo se consigue que una renovación no interrumpa el funcionamiento normal del centro?
E.B: Las renovaciones a centro abierto son siempre difíciles. Suponen la disposición de recursos extras para compatibilizar los horarios comerciales con los trabajos de renovación y el funcionamiento diario. Aparte de las características singulares de cada obra, es primordial comunicar con el cliente la situación del trabajo, los objetivos de la renovación y el futuro renovado del centro.
Una buena planificación, teniendo en cuenta todas las situaciones e hitos intermedios del proceso y su afección en el centro, y contar con los medios, colaboradores y empresas especialistas en este tipo de intervención es imprescindible. Los actores intervinientes tienen que estar especializados para conseguir el objetivo.
Además del ya mencionado, ¿cuáles son los principales proyectos en los que han participado?
R.R: El proceso de revitalizar un centro es una oportunidad de reanimar algo obsoleto. Incidir en los elementos que nos permiten posicionar el complejo con una nueva vida, teniendo en cuenta todos los actores que participan en el proceso, es una actividad estimulante que va más allá del proceso arquitectónico. No hay fórmulas fijas. Cada centro tiene su idiosincrasia. Acertar entre todos los agentes intervinientes en el posicionamiento es el reto fundamental del estudio. Son procesos de cirugía muy especializados. Los centros son realidades vivas y cambiantes y deben tener el gen de la adaptación y transformación en su concepción. Somos muy receptivos cuando abordamos un nuevo proyecto de renovación y buscamos esa alma necesaria para revitalizar.
Nuestro primer proyecto de reforma fue la primera renovación de Glòries. Holea fue un punto de inflexión en nuestra trayectoria por la manera en que el cliente abordó todo el proyecto. Es pionero en la manera de enfocar un proyecto de estas características pilotando a todos los agentes que intervienen en el proceso, recogiendo los vectores que en la actualidad están en el debate.
En estos momentos estamos desarrollando la reforma del centro comercial Los Arcos, en Sevilla. Trata de la integración de una zona de ocio y restauración en la planta de cubierta, bajo una pérgola fotovoltaica que favorece la sostenibilidad. Tiene un componente de unión con un nuevo desarrollo urbanístico vecino. Su intención es posicionarse como lugar icónico en la ciudad buscando una recuperación de la identidad. Es un buen ejemplo de cómo una calle comercial puede convertirse en un elemento de regeneración urbana.
En San Sebastián de los Reyes, desarrollamos en La Viña, un concepto de ocio y restauración, un centro de conveniencia, ejemplo de plaza urbana.