Publicidad

"Nuestros inspiradores son el usuario final y el operador que ocupa el centro"

Fernando Sánchez de las Matas, arquitecto de FSM Arquitectos, nos habla de las nuevas tendencias en el diseño de centros comerciales.

"Nuestros inspiradores son el usuario final y el operador que ocupa el centro"

El arquitecto Fernando Sánchez de las Matas, responsable de algunos de los principales proyectos de centros comerciales en marcha, analiza las nuevas tendencias que marcan los nuevos desarrollos.


¿Cuáles son las próximas tendencias en cuanto al uso de nuevos materiales y técnicas de construcción?

Fernando Sánchez de las Matas: El coste económico y medioambiental que genera el uso de los recursos naturales marca las tendencias y nos hace explorar modelos que eviten su utilización. Actualmente, el ahorro energético es la principal motivación a la hora de plantear soluciones constructivas y seleccionar materiales.

Los nuevos diseños están implementando medidas pasivas para minimizar el consumo de energía: proliferan los espacios abiertos o naturalmente ventilados, con protecciones físicas frente a las inclemencias, marquesinas, filtros, materiales con alta inercia térmica… Se emplean materiales con certificaciones medioambientales, origen local, reciclables y se apuesta por el uso de captadores de energías renovables, cuya integración en los edificios es cada vez mayor.


¿Qué influencia han tenido los sobrecostes en la toma de decisiones?

F.SM: El desarrollo de espacios dedicados al comercio y el ocio no está exento de la vieja polémica: ¿hasta dónde puede un promotor “forzar” la línea entre su objetivo empresarial y su objetivo social/arquitectónico? Si hablamos de los sobrecostes achacables al diseño y el concepto, éstos solo encuentran justificación cuando están compensados por los beneficios económicos: dominancia, operadores dispuestos a pagar más renta, visitas más frecuentes, estancias más prolongadas… Si no se producen, la instrucción es clara: los sobrecostes deben ser corregidos y esto suele llevar a implementar diseños más menos innovadores.


Tras la revolución post COVID, ¿qué formatos de éxito se desarrollarán en los próximos años en el sector del retail?

F.SM: Hoy los modelos se reformulan constantemente, no basta con pensar en flujos, anclas, locomotoras, tipologías, mix comercial… Hay que pensar en relaciones humanas, movilidad, beneficios para la sociedad, transporte, urbanismo o comunicación. Los centros comerciales de éxito serán los que se conviertan en “espacios aglutinantes” que generen afectividad, fusionando los usos requeridos por la comunidad en entornos amables y con identidad propia.

A la hora de conceptualizar los espacios de ocio y comercio nuestros inspiradores son el usuario final y el operador que ocupa el centro y ambos están cambiando sus hábitos y necesidades. Veremos proliferar centros que les permitan satisfacer sus objetivos de manera cómoda, saludable, en entornos amplios y con elementos naturales, lugares que no sean colecciones de tiendas-para-vender-cosas, sino espacios que exhiban productos y ofrezcan vivencias y recuerdos.

Los modelos de éxito deben incorporar a los operadores que sobrepasan los territorios físicos y se convierten en referentes éticos y acompañarlos con otros que estén a su altura, evitando modelos obsoletos, repetitivos y poco comprometidos. Los espacios comunes deben ser generosos y la SBA flexible, pues las estrategias sobre el tamaño de las tiendas y almacenes varían rápidamente. Además, hay que garantizar que la gestión, la tecnología y la logística estén coordinadas.


Usos mixtos, ocio, regeneración urbana y revolución verde van de la mano en el futuro. ¿Cómo se aprovecharán de ello los centros comerciales?

F.SM: El sector del retail está marcando desde hace años el futuro de las tendencias en los usos mixtos, la regeneración urbana y la revolución verde. Los centros comerciales son uno de los principales motores de la regeneración urbana. Se conciben a nivel macro en las figuras de planeamiento urbanístico, sabiendo que tienen un potencial enorme como activadores y que son modelos capaces de implementar las necesidades medioambientales y multifuncionales necesarias.

Si hablamos de regeneración urbana y multiusos, tenemos el caso de las estaciones comerciales concebidas en su día por Riofisa y Adif: Salamanca, Príncipe Pío, Málaga, Vigo... Muchas son una realidad y han transformado sus ámbitos metropolitanos. En el caso de la revolución verde, fueron empresas de retail como Mall Plaza (Chile) las primeras que obtuvieron hace años las certificaciones medioambientales más exigentes en edificios multiusos.


¿Cómo puede influir la Taxonomía y sus requerimientos a los centros comerciales?

F.SM: La influencia de las clasificaciones y los requisitos en sostenibilidad está siendo muy positiva. Promotoras y operadores son conscientes del compromiso social que adquieren desde el arranque del diseño o desde la firma de los contratos. Los briefings de diseño, los pliegos técnicos y los Reglamentos de Régimen Interior están incluyendo estos requisitos.

Estamos trabajando en proyectos como Infinity, donde las exigencias marcadas por la propiedad en materia de eficiencia energética y la implantación de medidas sostenibles superan en un 20% a los exigidos por la normativa aplicable.


Además, ¿qué papel jugarán el mundo eléctrico, la movilidad sostenible, la robótica y la IA?

F.SM: Todos los campos mencionados son relevantes, pero necesitan un tiempo de adaptación importante. Su implementación conlleva un proceso de prueba/error que pocos promotores afrontarán a la ligera.

Por otro lado, estos campos necesitan que las Administraciones, la normativa y las leyes maduren, para fijar los límites y responsabilidades de cada agente involucrado. Hace dos años trabajé en un proyecto donde se exploraba muy seriamente la implantación de los vehículos autónomos, los de movilidad personal y el transporte compartido. Esto daba lugar a una optimización extraordinaria de los aparcamientos y al desarrollo de estrategias de movilidad a nivel municipal, pero su implantación era aún una utopía porque, entre otras cosas, existe un limbo legal en muchos de esos aspectos.

La robótica, la inteligencia artificial y el metaverso están dando sus primeros pasos con tímidas incorporaciones: sistemas de trazabilidad, camareros autómatas, reconocimiento y atención digital personalizada, facilidad en el pago, experiencias online cada vez más interactivas… Estas acciones se van a multiplicar y van a producir importantes efectos en los centros comerciales. Imagino un día en el que, ayudados de unas gafas, podremos elegir qué tipo de arquitectura, experiencias y mix comercial disfrutar en cada visita al centro comercial, sea este físico o virtual.


¿En qué proyectos a nivel nacional e internacional están trabajando actualmente?

F.SM: Varios de los proyectos que tenemos entre manos tienen como nexo la creación de espacios multiusos, la sostenibilidad y la regeneración urbana. El primero es Infinity, con 113.000 m2 de SBA, situado en Valencia y desarrollado por AQ Acentor. Es un centro multiusos al aire libre con ocio, comercio, hotel, oficinas y coliving, que consolidará el desarrollo de la ciudad en su ámbito. Su diseño ha evolucionado, adaptándonos a las tendencias surgidas durante la COVID y a los cambios planteados por los operadores para adaptarse al e-commerce.

En Madrid estamos proyectando la remodelación de un centro comercial urbano con 23.300 m2 de SBA, que lo reposicionará como el nuevo referente en su entorno. La intervención apuesta por abrir el centro al exterior y crear un punto de encuentro basado en el ocio, las experiencias gastronómicas y el arte digital.

Recientemente hemos presentado dos concursos, siendo ganadores en la remodelación del Moda Shopping de Madrid y segundos clasificados en el centro comercial de Carrefour en Terrasa.

En el campo internacional, colaboramos con Andy Stalman / TOTEM en el proyecto de Panamá Pacífico, que transformará una antigua base militar en el desarrollo de uso mixto más grande de América Latina.