Los centros comerciales son espacios de ocio y de negocio de afluencia masiva y su contribución a la descarbonización puede ser crucial: desde el uso de la energía verde para la iluminación y climatización, hasta el reciclaje de aguas o el uso de la tecnología para la gestión de residuos.
Su apoyo para la movilidad eléctrica es un punto clave. Observamos un cambio en la sociedad hacia formas de transporte más verdes y eficientes, y la instalación de estaciones de recarga para vehículos eléctricos incentivaría a los consumidores a adoptar opciones de transporte más limpias. Promover que este tipo de instalaciones sean del tipo rápido o ultrarrápido incentivaría no solo la afluencia, sino el consumo de los usuarios, que pueden realizar sus compras o comidas mientras esperan.
Todo ello, sin olvidar la cadena logística, que está avanzando en este sentido, con camiones y furgonetas eléctricos y sistemas que evitan los kilómetros en vacío de los transportes.