La situación sanitaria exige que amoldemos las instalaciones de nuestros centros, los equipos humanos y la logística a los requerimientos y restricciones nuevas impuestas por las autoridades en relación a la COVID-19, además de mantener las medidas que ya se implementaron en marzo sobre seguridad e higiene.
Los gestores de facility management tienen gran experiencia y han sabido responder, dando la misma calidad sin encarecer los servicios. La inmediatez de las normativas, que pueden variar en 24 horas, obliga a modificar los cuadrantes continuamente, adecuándolos y haciendo que nuestras empresas se adapten con los recursos que tienen o ampliando refuerzos. Una nueva restricción o cierre implica tomar una serie de decisiones en el aspecto legal, situación laboral de los empleados, renovación o mejora de los recursos requeridos.
En primer lugar, esto ha implicado la adquisición de sistemas de prevención y detección de la COVID-19 para la seguridad de las personas que trabajan dentro o visitan el centro comercial. Además, se han tenido que cambiar los protocolos de acceso de nuestros colaboradores, adaptar las áreas de descanso y zonas comunes, limitando el acceso libre en puntos determinados y con personal vigilando que se cumplan las medidas. Hemos regulado el acceso a áreas concurrentes con sistemas de control de aforo en tiempo real y acciones específicas de supervisión y control en persona. Para ello, nos apoyamos cada día en empresas auditoras que aseguran que nuestras rutinas son efectivas y cumplen los estándares.
En segundo lugar, ha sido y sigue siendo crucial abastecerse del material necesario, como los tests, EPIs. Es fundamental fortalecer y seguir los protocolos de limpieza y estar semana a semana reestructurando los stafs con el fin de minimizar la rotación, así como hacer estas transiciones lo más fáciles posibles, siempre pensando en las personas.