En la actualidad, nos encontramos en un escenario económico de volatilidad e incertidumbre, marcado por los efectos de la invasión en Ucrania, la inflación, el aumento de los tipos de interés o la crisis energética, por citar al menos cuatro aspectos relevantes. Factores que hacen de 2023 un año desafiante para el mercado inmobiliario en términos de inversión, tanto en España como en otros países de nuestro entorno.
En general, la inversión inmobiliaria depende de muchos factores, que oscilan desde la seguridad jurídica de un país, su situación socioeconómica y sus perspectivas de futuro, a corto, medio y largo plazo. Si nos centramos en el retail, es un segmento cuya inversión alcanzó en España los 3.973 millones de euros durante 2022, de acuerdo con los últimos datos publicados por la consultora CBRE. Es la cifra más alta desde el año 2018, lo que denota el atractivo que tiene entre los inversores. Por subsegmentos, centros comerciales, parques comerciales y high street gozan de un gran interés.
Con perspectiva, la recuperación del consumo, las ventas y la afluencia de clientes durante el año 2022 ha impulsado el dinamismo del segmento retail, aproximándose, de hecho, a cifras previas a la pandemia. En el arranque de 2023 hemos observado una cierta ralentización de la actividad inversora, que creemos que cogerá más fuerza hacia la segunda mitad del año. Por activos, los productos prime en high street y los supermercados se posicionan como los más atractivos. Igualmente, los parques comerciales están teniendo y van a tener un gran protagonismo debido a la preferencia de algunas cadenas por implantarse en ellos. La logística manda.