Esta cifra contrasta con el beneficio de casi un millón de euros que alcanzó el ejercicio anterior. Los ingresos de la socimi cayeron hasta los 2,6 millones. Por otra parte, su resultado de explotación también fue negativo, de 1,6 millones de euros.
De acuerdo con la compañía, la situación generada por los estados de alarma declarados en el país ha afectado temporalmente a la actividad comercial de la sociedad. En concreto, ha impactado directamente en la ratio de ocupación de sus activos inmobiliarios, que tiene alquilados a terceros, así como a la capacidad de pago de "una gran parte de los inquilinos", a los que ha dirigido una serie de políticas comerciales para "aliviar las tensiones de liquidez".
Al margen de todos estos efectos, la sociedad también ha recibido una menor valoración de sus activos, que a cierre del ejercicio era de 102,4 millones de euros, frente a los 107,8 millones del año anterior, algo que le ha ocurrido a la gran mayoría de socimis y empresas inmobiliarias.