Aquellas personas que quieran participar en este intercambio colectivo de ropa podrán traer un máximo de cinco prendas que serán cambiadas por puntos a utilizar por parte del cliente para escoger otras prendas expuestas en la tienda. Todos los artículos han sido previamente lavados, puestos en cuarentena, desinfectados y planchados, por lo que cumplen con los protocolos de seguridad.
Tras esta primera experiencia piloto, la inmobiliaria pretende extender esta iniciativa a todas sus galerías de proximidad con el fin de potenciar el consumo colaborativo en toda su red de centros comerciales. Para Rebeca Prieto Moro, Concejala de Presidencia del Ayuntamiento de Móstoles, “es muy importante este tipo de iniciativas. Desde el ayuntamiento, en base a nuestors objetivos de Desarrollo del Medio ambiente, apoyamos este tipo de acciones que se orientan a preservar la sostenibilidad y el consumo responsable en nuestra ciudad”.
“Esta iniciativa se integra dentro de nuestra Razón de Ser y proximidad con comerciantes y clientes. Dentro de nuestra política de Responsabilidad Social Corporativa apostamos por promover el consumo responsable y la sostenibilidad”, afirma Guillermo Nevado, responsable de RSC de Carmila.
“Algunas personas intercambian ropa entre amistades o familia, pero a veces no es fácil encontrar lo que buscan en un número reducido de prendas. Por ello, proponemos un intercambio colectivo de ropa, un espacio dónde buscar y encontrar prendas que nos gusten y nos sienten bien. Un espacio donde las prendas que una persona no quiera tendrán la oportunidad de encontrar un nuevo dueño o dueña”, expone Natalia Castellanos de Altrapo Lab.