Esa es una de las principales conclusiones del informe “El estado de la Alimentación: disrupción e incertidumbre. La situación de las ventas minoristas de alimentación en 2021”, elaborado por McKinsey & Company y Eurocommerce.
El documento señala que la pandemia ha modificado el panorama del sector a una velocidad y escala sin precedentes. Esta evolución, debida principalmente a las restricciones impuestas por las autoridades en los diferentes países europeos, afectó tanto a los hábitos de consumo como a la forma de comprar los productos de alimentación por parte de los consumidores, impulsando un crecimiento drástico de ventas online.
Los ingresos se vieron afectados positivamente por la pandemia. En este sentido, durante el primer confinamiento en marzo de 2020, las ventas de alimentación en Europa aumentaron un 20% de media y un 10% durante todo el año. Al mismo tiempo, debido a la presión sobre las cadenas de suministro y a la creciente necesidad de introducir medidas higiénicas adicionales, aumentaron los costes.
Por otra parte, los consumidores cambiaron sus hábitos de compra de acuerdo con la evolución de los confinamientos en Europa. A mayores restricciones, más cambios de supermercado y más compra online. En total, el 60% de los consumidores cambió de superficie para abastecerse de productos de alimentación o realizó compras por Internet.
En cuanto a las perspectivas del sector en el año 2021, el informe identifica varias tendencias clave que darán forma a la industria de alimentación en los próximos años. El denominador común que comparten los hábitos identificados es el aumento de la presión sobre los márgenes a la que se enfrentan los retailers de alimentación en los próximos años junto a la necesidad de satisfacer la creciente demanda de los consumidores. Además, destaca la presión sobre los precios, así como el crecimiento del canal de venta online, hasta ahora poco rentable y complejo a la hora de integrarse en las estrategias omnicanal.
“La velocidad y la magnitud de estos cambios cambiarán las cartas y crearán nuevos ganadores y perdedores. Los retailers de alimentación que tomen medidas eficaces para hacer frente a los grandes cambios, como el crecimiento del canal online o el interés de los consumidores por productos saludables, tienen una oportunidad única de ganar cuotas de mercado", apunta Sebastián Gímenez, socio en McKinsey & Company.
“Indudablemente, la situación actual está generando patrones nuevos a todos los niveles y cambiando la forma de trabajar en los sectores de consumo. Durante el comienzo de la pandemia, la compra de alimentación o productos esenciales para el hogar han crecido sustancialmente. Después del repunte de ventas experimentado por el efecto ‘acopio’, se espera que su evolución se estabilice y vuelva a la normalidad en la medida que se recupere la hostelería y restauración y volvamos a reactivar el consumo fuera del hogar”, declara Ignacio Marcos, socio de McKinsey & Company que lidera la práctica de consumo en España.