Con la entrada en la fase 2, la compañía ha desplegado un protocolo de seguridad y desinfección, donde se ha aumentado la frecuencia de limpieza del centro coincidiendo con los horarios de más afluencia y de los touch points más comunes (ascensores, pasamanos, picaportes, etc) cada 30 minutos o la colocación de geles hidroalcohólicos en entradas y en puntos clave (accesos a tiendas, baños, etc), entre otras.
Además, cuenta con un innovador sistema de monitorización y control de la ocupación que permite controlar el flujo de personas en tiempo real a través de una app móvil y que alerta a la gerencia del centro en caso de que se esté llegando al límite de ocupación marcado por ley, evitando así aglomeraciones y garantizando la seguridad de los asistentes.
“Desde el primer momento nuestra prioridad ha sido velar por garantizar la seguridad de nuestros visitantes, empleados y comerciantes para seguir brindándoles la mejor experiencia de compra en un entorno 100 % seguro”, señala Nadia Fernandes, gerente de Bonaire. “En nuestro caso, contamos además con un diseño privilegiado en Valencia con grandes terrazas y espacios abiertos que favorecerá el control de la distancia de seguridad tan importante en estos días”.
Bonaire cuenta con la experiencia de Unibail-Rodamco-Westfield, operador global con presencia en toda Europa. Gracias a esto, la compañía tiene el aprendizaje de los centros comerciales de aquellos países donde la desescalada está más avanzada, como Alemania, Austria o Polonia. Esto les permite ofrecer las soluciones testadas para garantizar la seguridad de clientes, comerciantes y trabajadores. “Ser un operador global líder nos otorga agilidad y flexibilidad para identificar, testar y aplicar nuevas medidas constantemente. Ir un paso por delante está en el ADN de URW y es uno de los motivos de nuestro liderazgo”, ha señalado Laetitia Ferracci, directora de operaciones en Unibail-Rodamco-Westfield en España.
A las medidas ya implementadas desde el inicio de esta crisis, pensadas para facilitar el acceso de los clientes a los bienes de primera necesidad, Bonaire ha sumado un protocolo específico pensado para proporcionar a los clientes los espacios más seguros donde realizar sus compras.
Para ello, se ha aumentado la frecuencia de limpieza y desinfección, con un mayor refuerzo durante las horas de apertura y cierre, así como en las horas de mayor flujo de personas con el objetivo de garantizar la higiene durante su estancia. Cada 30 minutos se limpiarán y desinfectarán todos los ascensores y pasamanos de las escaleras mecánicas y la limpieza y desinfección de los aseos se hará mínimo cada hora.
Por su parte, los clientes tienen a su disposición gel hidroalcohólico en todos los accesos y repartidos por los puntos clave del centro. Además, es obligatorio el uso de mascarillas siempre que no se pueda mantener la distancia social y se potencian los pagos electrónicos contactless para evitar el uso de dinero físico.
Los equipos de seguridad siguen un protocolo específico para garantizar que se respetan las normas en todo momento: se han establecido puertas de solo entrada y de solo salida en zonas comunes y en coordinación con los retailers; se monitorizarán las afluencias a través de su plataforma digital y velarán por el cumplimiento de la distancia de seguridad de dos metros en las entradas, salidas y durante el recorrido en el centro. Del mismo modo, se han colocado vinilos informativos en el suelo marcando esta distancia mínima.
Siguiendo las indicaciones de las autoridades y con el fin de evitar la propagación de contagios, los espacios comunes (áreas de descanso, zonas de juegos, etc.) permanecerán cerrados. Asimismo, se han habilitado las salas de lactancia solamente para una familia y se desinfectarán por cada uso. El uso de los ascensores se verá limitado a personas con movilidad reducida y a un máximo de una o dos personas por ascensor.