Para lograrlo, la marca ha estado trabajando desde 2018, en estrecha colaboración con su extensa red de 65 proveedores, para adaptar los más de 160 ingredientes que conforman la carta.
“El compromiso por ofrecer comida auténtica y de calidad es un paso más en nuestro afán constante por adaptarnos a las nuevas tendencias y demandas de consumo. Además, este hito forma parte de un compromiso más amplio de la marca, que incluye nuestra comida, un modelo de restaurante sostenible y todo el conjunto de la experiencia digital, y que se materializa en nuestra nueva identidad visual”, explica Jorge Carvalho, director general de Burger King España y Portugal.
Desde principios de 2021, todos los conservantes, colorantes y aromas artificiales se han eliminado en todas las hamburguesas, snacks y postres del menú que sirven los cerca de 1.000 restaurantes que la cadena opera en la Península Ibérica.
Además, cada nuevo producto que la marca desarrolle junto con sus proveedores deberá cumplir con esta nueva política de ingredientes, que prohíbe utilizar cualquier conservante, colorante y aroma procedente de fuentes artificiales desde 2018, y que han sido sustituidos por vinagre, harina de trigo fermentada, levadura o romero, entre otros, sin alterar el sabor de los productos.
“En 2020, el 95% del menú ya estaba libre de conservantes, colorantes y aromas artificiales, sin que los clientes hubiesen percibido la diferencia”, afirma Esther López, responsable de calidad de Burger King España.