En concreto, el objetivo es facilitarles el acceso a una alimentación adecuada. Durante un mes, los supermercados de Caprabo recogerán donaciones de los clientes que las diez delegaciones de Cáritas diocesanas con sede en Cataluña destinarán a productos de primera necesidad para los niños y niñas de estas familias.
Los voluntarios pueden realizar pequeñas donaciones a su paso por caja. Además, tienen la opción de hacer esta aportación de forma online a través de la web del supermercado.
"Llueve sobre mojado para muchas familias atendidas por Cáritas, ya que, debido a la precariedad devenida por la crisis económica, están sufriendo las consecuencias de la pandemia. Así, ahora nos encontramos con una situación muy crítica en miles de familias, que está repercutiendo en la salud y en la alimentación de los más pequeños. En este sentido, agradecemos la iniciativa solidaria de Caprabo”, ha valorado Francesc Roig, presidente de Càritas Cataluña.
“Cáritas es una entidad con la que Caprabo colabora con frecuencia en distintas iniciativas. El trabajo que desarrolla de ayuda a los más desfavorecidos es extraordinario. Para nosotros es una oportunidad de contribuir, desde una actividad tan ordinaria como la compra en el supermercado, con las causas en las que trabaja Cáritas y sensibilizar a nuestros clientes de las necesidades sociales de la población más desfavorecida”, añade Ana González, responsable de RSC y medio ambiente de Caprabo.
Según el informe "El impacto de la COVID-19 en las familias atendidas por las Càritas diocesanas catalanas. Segunda ola", elaborado por Cáritas, más de la mitad de los hogares acompañadas por la ONG están en situación de pobreza severa (54,7%). Además, el 46,2% de las personas vive en hogares que no pueden hacer frente a los gastos de suministros de la vivienda, mientras que el 45,3% no puede pagar el alquiler o la hipoteca. El informe analiza también la salud psicoemocional y concluye que cerca del 40% de los hogares está peor ahora que durante el confinamiento.