Así, se han analizado casi 90 startups de 22 países diferentes para comprobar qué servicios consiguen una posición destacada en facilitar y resolver retos derivados de la crisis de COVID-19. Las candidaturas seleccionadas se integran en distintas categorías: monitorización del uso de los espacios, experiencia del usuario, salud y sostenibilidad, transacciones online end-to-end y movilidad en el futuro.
Experiencia del usuario y del propietario
El regreso a los espacios comunes como oficinas o centros comerciales tiene como protagonistas a dos grandes grupos; los usuarios de los edificios y los propietarios de estos.
En este sentido destaca Mypup (Holanda), orientado al e-commerce, automatiza la entrega y recogida de un producto por el cliente a través de un sistema de taquillas inteligentes. Por otra parte, Daysk (España) ofrece a los usuarios de espacios como oficinas, coworkings o colivings servicios como reservar salas o mesas o la disponibilidad a información de acceso a la oficina, entre otros.
Monitorización del uso de los espacios
Para controlar el uso que los empleados hacen de un espacio común, como salas de reuniones o la cantina, está diseñada Locatee Analytics (Suiza). Esta startup ayuda a las empresas a garantizar un retorno más seguro a sus empleados a través de métricas en tiempo real.
En un entorno más familiar, Rysta (Alemania) ofrece el seguimiento y monitorización de las personas mayores que viven solas por parte de sus familiares. A través de técnicas de machine learning se pueden reconocer patrones de vida y sucesos irregulares, enviando alertas a las personas de contacto autorizadas.
Salud y sostenibilidad
Tecnologías como LightAir (Suecia) reducen la propagación de virus a través de un proceso conocido como ionización del aire. Su principal propuesta se basa en la generación de electrones con carga negativa, atrayendo las partículas de virus, polen, moho, etc. cargadas positivamente hacia un colector que las recoge, retirándolas del ambiente.
De cara a ofrecer un clima de tranquilidad y eficiencia, los propietarios podrían también hacer uso de startups como Vpod (Reino Unido), automatizando el recorrido de un visitante en cualquier edificio, escaneando su temperatura y permitiéndole registrarse sin contacto alguno, evitando las aglomeraciones en las recepciones.
Transacciones online end-to-end
Debido al COVID-19, muchas compañías se han visto obligadas a potenciar sus capacidades de captación del cliente y comercializaciones de activos a través de plataformas online. De este modo, cobran una gran importancia las tecnologías de realidad aumentada, de inteligencia artificial o de big data para garantizar al usuario la mayor transparencia, seguridad y agilidad en el proceso de compra, y la facilidad de poder visualizar un activo de forma virtual.
En una primera instancia del proceso de compra online, Datacasas (España), a través de algoritmos basados en la neurociencia, entiende qué tipo de cliente están delante de la pantalla a través de su forma de actuar, aumentando así la posibilidad de compra. Seguidamente, una vez el usuario ya sabe lo que quiere, busca experimentar: Beyond Visual (Hungría) acorta la distancia entre este y el activo que le interesa a través de tours virtuales que aportan una experiencia ultrarealista, evitando la pérdida de tiempo y la posibilidad de un contagio.
Movilidad en el futuro
Centrados en la movilidad urbana flexible y personal, Chipi (España) agrega y comparara en segundos todas las opciones de transporte disponibles en ese momento, ofreciendo información de los factores que afectan a la tarifa del trayecto: precio, tiempo de trayecto, demanda, tráfico, distancia u hora del día.
En la misma línea de sostenibilidad se ubica la sevillana Solum (España), que promueve estaciones de carga inteligentes para los vehículos ligeros que circulan por la ciudad a través de paneles solares.