Otro escenario menos frecuente es el de las empresas que han tenido que tomar medidas para afrontar un aumento significativo de la actividad, que se ha dado en un 4,4 %. La peor alternativa, la del cierre definitivo, ha sido tomada por apenas un 1,2 % de las compañías.
“A pesar de las consecuencias que esta terrible situación suponen para la economía y el empleo en nuestro país, es significativo señalar que el 42,8 % de nuestras empresas están buscando fórmulas (como el recurso al teletrabajo, cuando éste es posible) para intentar mantener su actividad y evitar así pérdidas significativas de negocio y que tan solo el 1,2 % ha tenido que cerrar de manera definitiva. Los impactos, lógicamente, varían mucho de un sector a otro. Esto se traduce que, a grandes rasgos, la flexibilidad organizativa y laboral está funcionando, aunque los efectos se agravarán, sin duda, cuanto más se prolongue la crisis”, asegura Valentín Bote, director de Randstad Research.
El estudio de Randstad también destaca que el principal desafío que tienen los directivos españoles es continuar con la normalidad en esta situación tan atípica. Así, sus retos más importantes ahora mismo son mantener su empresa operativa (53,1 %), continuar la relación con clientes y proveedores (52 %) y asegurar los procesos y la productividad (37%).
Como desafíos menos prioritarios se encuentran los de garantizar los suministros (22,1 %), aumentar la seguridad digital (11 %) y afrontar un posible aumento de la actividad (4,6 %).
En cuanto a los principales retos financieros, más de la mitad de las empresas (54 %) señala el evitar pérdidas significativas, seguido de afrontar el cierre temporal o definitivo de la empresa (26,9 %), encargarse de los costes extra (17,5 %), mantener los márgenes comerciales (14,3 %), y gestionar los gastos derivados de las bajas masivas (6,7 %).
Por otro lado, Randstad señala que el 61,6 % de las compañías en nuestro país están implementando el teletrabajo. De ellas, cerca de la mitad (47,5 %), lo están aplicando para más del 60 % de la plantilla.
A su vez, el 41,6 % de las empresas consultadas están apostando por la aplicación de ERTE, ya sea como reducción de jornada o suspensión temporal de contratos. Por su parte, el 20,7 % de los responsables de recursos humanos ha optado por decretar vacaciones para la plantilla. Además, esta crisis ha obligado al 24,1 % de las empresas a paralizar los procesos de contratación previstos.
En cuanto a los principales desafíos en este ámbito destacan los de mantener el clima de trabajo adecuado (57,2 %), asegurar el rendimiento de los empleados (43,9 %) y organizar el teletrabajo (39,5 %). Cuando la empresa ha tenido que reducir la actividad, estos profesionales tienen como principal reto el de gestionar un ERTE (42,3 %).