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Consum se certifica como compañía Residuo Cero

Consum ha obtenido el certificado de Aenor Residuo Cero en sus seis plataformas logísticas (Quart de Poblet, Riba-roja y Silla en Valencia; Zona Franca y El Prat en Barcelona y Las Torres de Cotillas en Murcia), además de su sede social. Esto significa que la cooperativa dispone de un sistema de trazabilidad de todos los residuos desde la producción de los mismos hasta la gestión final.

Consum se certifica como compañía Residuo Cero

En 2019, Consum gestionó un total de 27.395 toneladas de residuos en sus plataformas logísticas, cuyo objetivo fue el de valorizar la práctica totalidad de los mismos, más de un 99% de media, evitando, de esta manera, que tuvieran como destino final el vertedero.

Consum garantiza la valorización de todos sus residuos generados (reutilización, reciclado o valorización energética), tanto peligrosos como no peligrosos, con el apoyo del gestor de residuos externo Saica Natur, división del Grupo Saica encargado de la gestión de residuos y servicios medioambientales.

La política ambiental de la compañía tiene el objetivo de reciclar todos los residuos posibles para reducir su impacto ambiental a través de la mejora continua de la gestión y la sensibilización ambiental.

Consum también cuenta con el sello ‘Reduzco’ del Ministerio para la Transición Ecológica por la disminución acumulada de su huella de carbono desde 2015, año base para su cálculo. Asegura ser la única empresa de la distribución alimentaria de España en conseguir dicho distintivo, que acredita su sostenibilidad ambiental, y que le da continuidad al sello ‘Calculo’ que Consum ya tiene desde hace cinco años. Además, afirma ser la única empresa de distribución que cuenta con verificación externa de su huella de carbono y certificación y registro de la misma por el Ministerio de Agricultura.

La huella de carbono total, verificada externamente, se ha reducido en unas 80.500 toneladas CO2 eq desde 2015, casi un 84 % menos. Esta progresiva reducción de la huella de carbono global ha sido posible, en gran parte, por la implantación del refrigerante natural CO2 de temperatura positiva y negativa en las nuevas aperturas, así como por la sustitución en los centros ya existentes de refrigerantes convencionales por otros de calentamiento atmosférico menor.

El volumen de inversiones y gastos ambientales rondó los 14 millones de euros en 2019, casi un 20 % más que el ejercicio anterior, destinados, principalmente, a la incorporación de las mejores tecnologías disponibles en materia de refrigeración y climatización. Actualmente, el 100 % de los supermercados son ecoeficientes.