La implantación de esta tecnología permitirá a los usuarios ahorrar hasta cinco segundos por cada artículo adquirido, ganando eficiencia y rapidez durante el último paso del customer journey, el paso por caja.
La compañía busca ofrecer una tienda física experimental con los últimos avances tecnológicos, que van desde la incorporación de pantallas táctiles, donde los usuarios pueden consultar las especificaciones técnicas de los productos y comprar, hasta la dotación de smartphones.
Decathlon inició el proceso de generalización de la tecnología RFID en sus productos y tiendas en 2013, dentro de su plan de medidas para la transformación digital de la compañía. Un proceso que culmina ahora con la incorporación de lectores de esta tecnología en sus cajas de libre servicio.
A través del chip RFID, o identificación por radiofrecuencia, se reconoce de forma única cada artículo en stock, lo que garantiza un mayor seguimiento dentro de la cadena de suministros, desde la logística hasta su llegada al usuario deportista.
Entre las ventajas de la identificación por radiofrecuencia, la marca destaca la reducción de tiempos a la hora de realizar los inventarios. Concretamente, ha duplicado la cantidad de controles de stock dedicando la mitad de tiempo en los últimos dos años, facilitando la reposición y asegurándose una mayor fiabilidad del stock omnicanal.
Así, la compañía ofrece a sus usuarios la posibilidad de realizar pedidos online desde sus propias tiendas accediendo a toda la oferta de productos y servicios de la web. Además, puede elegir el método de entrega, desde el Clica y Recoge, que incorpora la recogida de pedidos en tienda en menos de una hora, la entrega en el mismo día en pedidos online realizados de lunes a viernes hasta las 14:00 horas, o recogida en más de 3.000 puntos entre los que se encuentran las taquillas inteligentes ubicadas en puntos estratégicos del centro de las ciudades.