Así lo asegura la última edición especial del informe Future of Trade 2021 de DMCC, titulado "Desafiando las predicciones e impulsando la recuperación económica tras la pandemia."
El estudio destaca que el comercio mundial apuntalará un fuerte crecimiento económico mundial en 2021 y más allá, con las economías de Estados Unidos y China a la cabeza. Este crecimiento ha desafiado las expectativas de descensos anuales de dos dígitos, que la Organización Mundial del Comercio había estimado entre el 13 y el 32%.
Por ejemplo, Dubái, uno de los principales centros comerciales, vio cómo el crecimiento de su comercio exterior repuntaba de forma significativa en 2020, a pesar de los retos económicos planteados por la pandemia de la COVID-19, y en el segundo semestre de 2020 se produjo un salto especialmente fuerte en los volúmenes comerciales, del 6% interanual. El valor global de las exportaciones de Dubái aumentó un 8% en 2020, sobre una base anual.
"En 2020, las perspectivas del comercio mundial eran sombrías, ya que el mundo trataba de hacer frente al impacto de la pandemia. En la actualidad, el panorama es mucho más positivo, como demuestran las conclusiones de nuestro informe. Sin embargo, aunque el comercio mundial ha demostrado su capacidad de resistencia, al mismo tiempo se encuentra en medio de un profundo cambio", subraya Ahmed Bin Sulayem, presidente ejecutivo y consejero delegado de DMCC.
"La tecnología, los cambios en el comportamiento de los consumidores, la lucha contra el cambio climático y la geopolítica serán factores clave para su reestructuración en los próximos años. En este contexto, nuestro estudio propone una serie de recomendaciones tangibles a los gobiernos y las empresas que pretenden navegar por este nuevo panorama y acelerar la recuperación de la pandemia", añade.
Según la investigación, el elemento más transformador de las perspectivas del comercio mundial es la tecnología. Blockchain, las finanzas descentralizadas (DeFi) y otras tecnologías nuevas y disruptivas acelerarán aún más el crecimiento del comercio.
En el frente geopolítico, persiste el temor a las políticas proteccionistas, impulsado por las actuales tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el creciente nacionalismo económico y la creciente disparidad económica entre las economías de renta baja y media.
Por otra parte, en un acontecimiento significativo para la sostenibilidad y el comercio mundial, la iniciativa de la UE de utilizar una práctica de fijación de precios del carbono, en el marco del anticipado Mecanismo de Ajuste en Frontera del Carbono (CBAM), o "Carbon Pricing", ha sido criticada como una forma de proteccionismo, y como tal, tiene el potencial de exacerbar aún más las tensiones geopolíticas existentes. Los resultados sugieren que, si bien una "nueva era de proteccionismo" es un riesgo clave tras la pandemia y los crecientes debates en torno a la desvinculación entre EE.UU. y China, el proteccionismo puro y duro se mantendrá a raya porque es costoso, impredecible y afecta al empleo. En cambio, es más probable que se produzca un nacionalismo económico.
Aunque se temía que la pandemia hiciera descender la sostenibilidad en la agenda política y empresarial, no ha sido así. Por el contrario, China, Japón, EE.UU., Corea del Sur y Canadá son algunos de los países que han anunciado objetivos más agresivos de cero emisiones netas. Además, las empresas y los inversores han intensificado sus esfuerzos en materia de sostenibilidad, que crecerán exponencialmente en los próximos años.