La evolución decepcionante de la riqueza financiera, el avance modesto de la renta disponible y el repunte de la incertidumbre, materializado en el incremento de la tasa de ahorro, explican la desviación de las expectativas. Con todo, la información disponible sugiere que el consumo habría ganado tracción en el segundo trimestre, lo que situaría el crecimiento entre el 0,5% y el 0,6% trimestral (en torno al 2% interanual), en línea con el promedio registrado en el segundo semestre del pasado año.
En este contexto el consumo privado perderá tirón en el bienio 2019-2020. BBVA Research prevé que el avance del gasto de los hogares se modere hasta el 1,8% en 2019, tres décimas menos de lo previsto en la anterior edición de esta publicación, y el 1,7% en 2020. El crecimiento promedio se situará, por tanto, seis décimas por debajo del registrado en el periodo 2017-2018.
¿Qué factores explican el menor dinamismo esperado del consumo privado, según el banco? En primer lugar, la desaparición de los elementos transitorios que incentivaron el gasto en los años precedentes, como la demanda embalsada de bienes duraderos y el impacto de la política monetaria expansiva sobre la carga financiera de las familias.
En segundo lugar, hay un menor empuje de algunos de los determinantes del consumo, como la riqueza financiera neta, afectada por la volatilidad de las cotizaciones bursátiles y la reorientación del ahorro hacia activos más seguros, pero menos rentables. En tercer lugar, destaca el aumento más modesto de la financiación al consumo. Por último, el repunte de la tasa de ahorro, tanto por factores coyunturales, relacionados con la mayor incertidumbre, como estructurales, asociados al envejecimiento de la población.
BBVA Reserch señala al automóvil como paradigma de la reducción del consumo, con una reducción interanual de las matricualciones de turismos del 5,7% en el primer semestre. Las buenas noticias para el sector proceden del canal de renting, que incrementó un 7,9% las ventas en la primera mitad de 2019, del segmento SUV, que ya representa el 45,3% del mercado, y de los vehículos de propulsión alternativa, cuya demanda creció el 42,0% interanual.