El sector comercio es uno de los que más está notando las consecuencias económicas de la pandemia. A pesar del aumento significativo de las ventas por canal digital, éstas no llegan a compensar la facturación de los puntos de venta. En el caso del pequeño comercio, el incremento de la compra online ha tenido un efecto general negativo, ya que muchos de estos negocios no están preparados para vender online.
Se espera un aumento de las ventas en la recta final de año con campañas como el Black Friday, el Cyber Monday, la navideña o las Rebajas, pero esto no impide que sean muchos los comercios que se han visto obligados a recurrir a créditos, refinanciaciones y líneas avaladas por las administraciones, hasta el punto de que el saldo de créditos vivos del sector comercial es el más alto de todos los subsectores que se integran en Servicios, superando en unos 2.000 millones al de actividades inmobiliarias, que hasta diciembre de 2019 era el más elevado.
“Se trata de un incremento muy destacable, pues desde 2018 crecía a un ritmo mucho más bajo que oscilaba en tasas de entre el 2% y el 4%”, comenta José Manuel Aguirre, economista y director comercial de AIS Group.
Al superar los 87.700 millones de euros, los créditos al comercio suponen un 15% del total de la cartera de créditos a actividades productivas y una quinta parte del total prestado a las empresas del sector servicios.