Lo ha hecho gracias a un acuerdo de colaboración que mantiene desde 2019 con la Mancomunidad de las Encartaciones. A través del mismo, la cadena de supermercados se compromete a donar alimentos como pescado, carne, fruta, verdura, pan y bollería no aptos para el consumo humano. Los productos son recogidos diariamente en el hipermercado Eroski de Zalla por el personal del centro de fauna de Karrantza.
Se trata de una colaboración solidaria en el marco del compromiso de la compañía por evitar el desperdicio alimentario y potenciar un modelo de economía circular. La cooperativa cuenta con el programa Desperdicio Cero de donaciones solidarias de productos frescos y de alimentación que retira sus lineales para cumplir con su compromiso de frescura máxima o porque su envase presenta una pequeña deficiencia de embalaje que impide su venta.
En ocasiones, los productos citados no están dentro de los requisitos definidos para consumo humano, pero sí son aptos para la alimentación animal. “En Eroski orientamos nuestros procesos a combatir el desperdicio de alimentos con el objetivo de garantizar que no se despilfarra nada, evitando así el impacto ambiental y social que, si no, se generaría”, ha explicado Alejandro Martínez Berriochoa, director de Salud y Sostenibilidad de la entidad.
Durante 2020, el grupo evitó el desperdicio de 4.600 toneladas de alimentos, entre otras acciones, gracias a la donación de nueve millones de comidas a personas en riesgo de exclusión social.
"Se trata de una iniciativa solidaria de gran ayuda. Las frutas y verduras que recibimos están en perfecto estado para el consumo de los animales del centro de acogida BBK Karpin Fauna y suponen una aportación importante para su manutención. Estamos muy agradecidos a Eroski por su disponibilidad, compromiso y colaboración”, ha valorado Martín Pérez Garmendia, presidente de la Mancomunidad de las Encartaciones.