Se estima que con la extensión a las tiendas de su red comercial se recojan más de 130 toneladas de residuos de este tipo al año. Además de haberse convertido en la primera enseña de alimentación en instalar estos puntos de recogida, se adelanta a la normativa de comunidades autónomas como Navarra o Baleares que prohibirán la venta de cápsulas en 2020 y 2021, respectivamente, salvo que sean compostables o fácilmente reciclables mecánica u orgánicamente.
“Existe una creciente demanda de café en cápsulas monodosis, el residuo generado cada vez es mayor y el número de puntos de recogida es reducido, ya que no se puede depositar en el contenedor amarillo como otros envases. Esta iniciativa nos va a permitir recuperar el 100% de las materias primas de la cápsula y del residuo del café y facilitar a nuestros clientes minimizar el impacto ambiental asociado su consumo”, ha explicado el director de salud y sostenibilidad de EROSKI, Alejandro Martínez Berriochoa.
La empresa ha desarrollado este proyecto de reciclaje en colaboración con la empresa PLS POOLING. Se ha diseñado un proceso de logística inversa que contempla el envío de las cápsulas recogidas en cada tienda a las plataformas de EROSKI, reduciendo así el impacto del transporte en la gestión del residuo.
Después, el gestor autorizado PLS POOLING las retira para su tratamiento y reciclado. El café se convierte en abono para sustrato de setas, hongos y otros compost y el plástico y aluminio son reciclados y fundidos para generar nuevos envases. Finalizado el proceso, el PLS POOLING emite un certificado mensual de la gestión de las cápsulas retiradas y recicladas que incluye un cálculo de su huella de carbono y las emisiones evitadas gracias a él.