La compañía refuerza su estrategia de sostenibilidad con esta revisión de sus compromisos medioambientales y lo hace en el marco de su adhesión al Código de Conducta sobre negocio responsable de alimentos y prácticas de marketing presentado por la Unión Europea en Bruselas, única firma de distribución en España que hoy se ha sumado voluntariamente al compromiso junto a otras firmas líderes en Europa.
Se trata de un marco de trabajo en relación con la sostenibilidad del negocio alimentario que marca siete grandes objetivos: la promoción de dietas saludables, equilibradas y sostenibles; la prevención y reducción del desperdicio de alimentos; la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar una cadena alimentaria climáticamente neutra en Europa; la orientación de la cadena alimentaria hacia la economía circular y la eficiencia en el uso de recursos; el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible; el trabajo decente para todos los integrantes de la cadena de valor, y la creación de valor sostenible a través de la asociación y la colaboración.
Eroski suscribe todos los objetivos marcados en dicho Código de Conducta, que se alinean con sus 10 Compromisos en Salud y Sostenibilidad, decálogo que pivota en torno a la seguridad alimentaria, la promoción de una alimentación saludable a un precio asequible, la prevención de la obesidad infantil, el fomento de la sostenibilidad y de la economía local, y la información al consumidor.
“Aplaudimos esta iniciativa europea y nos adherimos desde el primer momento a este Código de Conducta, animando a todos los integrantes del sector agroalimentario a que se sumen. Solo el esfuerzo conjunto será efectivo ante la emergencia climática y los imperativos de la sostenibilidad”, afirma Alejandro Martínez Berriochoa, director de Salud y Sostenibilidad de Eroski.
Eroski ha reducido su huella de carbono más de un 39% desde 2017, lo que ha supuesto evitar las emisiones de las de 145.116 toneladas de CO2 eq., es decir, aproximadamente las emisiones de más de 120.000 coches nuevos en España circulando 10.000 kilómetros. Para ello, ha llevado a cabo una serie de acciones desde la perspectiva del ciclo de vida de la organización, lo que implica actuar en todas las fases de la cadena de valor en las que su actividad tiene un impacto en el medio ambiente.
“La pandemia ha puesto de relieve la importancia que los eventos de la naturaleza pueden llegar a tener en el bienestar social, pero a la vez ha demostrado que es posible trabajar en cooperación para revertir sus efectos. Esto nos debería animar para encarar con determinación, trabajo y confianza otros grandes retos globales que no podemos soslayar, como es el cambio climático. Este compromiso que anunciamos, la neutralidad en carbono en 2050, y los planes que estamos desplegando para hacerla posible, son coherentes con nuestra creencia en que la actividad empresarial debe ejercerse con un alto estándar de responsabilidad”, explica Martínez.
La huella de carbono de la empresa, disponible en su Memoria de Sostenibilidad anual elaborada según los estándares de la Global Reporting Initative y verificada por AENOR, se compone de tres alcances distintos:
El alcance 1, que incluye las emisiones directas procedentes de las actividades que la cadena desarrolla, y que se ha reducido un 21% desde 2017 gracias a la sustitución de gases refrigerantes por otros con menor potencial de calentamiento global, la mejora en la climatización en las tiendas y la optimización del transporte de los productos a los puntos de venta.
El actual modelo de transporte ha supuesto cambios en la planificación de todas las rutas, el uso de vehículos menos contaminantes y la extensión de la logística inversa para la gestión circular de los residuos generados. Esto se suma a las mejoras de ecoeficiencia en sus almacenes e instalaciones logísticas (como las dos últimas inauguradas por Eroski, en Vitoria-Gasteiz y Barcelona, siguiendo los criterios de construcción y diseño sostenibles del estándar LEED Oro). Estas acciones se enmarcan en el plan de acción Lean & Green de la compañía, por el que ha sido premiado por parte de la patronal del gran consumo, AECOC.
El alcance 2 se refiere a las emisiones indirectas por el consumo eléctrico, que se han reducido en un 58% desde 2017. Esta importante mejora se debe principalmente a la adquisición de energía de origen renovable y a la optimización de la eficiencia energética de la red de tiendas gracias al uso de instalaciones de frío de última generación y al sistema de iluminación LED con control centralizado, entre otras acciones. Así, los más de 975 supermercados de nueva generación consumen un 35% menos de electricidad que una tienda convencional.
El alcance 3 comprende el resto de las emisiones indirectas de la organización, desde el impacto de consumibles, viajes, gestión de residuos, consumo de agua (actividades en que la reducción ha sido del 22% en este último ejercicio) hasta las debidas a los productos y servicios que ofrece en su oferta comercial, para las que está aplicando estrategias concretas de reducción de emisiones, como la propuesta comercial de productos obtenidos a través de las mejores prácticas para el medioambiente (certificados por Global G.A.P. o MSC, de producción integrada, con certificación de bienestar animal, de producción ecológica y con alta presencia de los entornos locales, dinamizando el sector agroalimentario de nuestro país), o el ecodiseño de sus envases y embalajes para reducir la huella plástica y mejorar su reciclabilidad, entre otras.
Eroski presentará durante el último trimestre del año una hoja de ruta con las acciones que abordará para alcanzar el objetivo de su neutralidad en emisiones y el resto de los objetivos marcados por el Código de Conducta sobre negocio responsable de alimentos y prácticas de marketing que firma ahora.