El grupo ya adquirió en 2019 una participación mayoritaria en esta empresa, presente en más de 15 países con más de 600 empleados. El objetivo es impulsar el segmento de helados con los productos Rocher Classic, Rocher Dark y Raffaello.
La multinacional italiana, que cerró 2020 con una facturación de 11.400 millones de euros, distribuirá sus nuevos helados en España, pero también producirá para Italia, Francia, Austria y Alemania en una primera fase de expansión en Europa.
"Debemos sentirnos orgullosos porque hoy España escribe una página muy importante en la historia de una compañía referente en el mundo", resalta Antonella Sottero, directora de Ferrero en España.