Gran Vía de Vigo, que abrió de nuevo sus puertas el pasado 25 de mayo, garantiza en todo momento la seguridad en sus instalaciones y las convierten en un espacio seguro tanto para sus clientes como trabajadores, a través de un certificado externo que verifica que estos protocolos puestos en marcha se cumplen rigurosamente con las máximas exigencias de seguridad, higiene y protección.
Entre las medidas más importantes que se están llevando a cabo en el centro, destacan el refuerzo del equipo de seguridad que verifica que se cumpla la distancia mínima de seguridad; el control de accesos y de aforos; la regular desinfección e higienización de todas las plantas y lavabos; dispensación de los medios de protección e higiene a empleados y clientes; intensificación del mantenimiento general de las instalaciones, entre otras. En líneas generales, se han redefinido los procesos y operaciones garantizando los máximos criterios de salubridad y prevención ante posibles nuevos contagios.
Además, se ha reforzado la comunicación y también la atención al público para que la visita de los clientes sea satisfactoria, cercana y, ante todo, segura.