Cada persona utiliza una media diaria de entre 7 y 9 productos de cosmética, y consume al año una media de 28, en su mayoría en envases de plástico tradicional. Asimismo, se estima que los océanos acumulan 150 millones de toneladas de plástico y que, cada año, se vierten entre 8 y 11 millones de toneladas.
Desde Green Cycles apelan a la necesidad de optar por materiales como el suyo, que, en caso de que terminen abandonados en el mar o el océano, no contaminan: “A diferencia de los envases de plástico tradicional, que pueden tardar hasta 500 años en desaparecer, los productos que fabricamos en Green Cycles, como los envases de cosmética, se disuelven en agua en muy poco tiempo sin dejar ningún tipo de residuo ni microplástico”.
Los envases de cosmética de la marca, aptos para cualquier tipo de producto (cremas, gel, champú, etc., así como amenities para hoteles), están fabricados con polímeros hidrosolubles a los que se les incorporan minoritariamente otros materiales. El resultado final del proceso de fabricación es un producto biodegradable, soluble en agua e inocuo para el medio ambiente.
Teniendo en cuenta el uso esperado que se le va a dar al envase de cosmética, se ha formulado especialmente para que sea funcional durante su vida útil. Una vez cumplida su función de envase, su especial diseño y características permiten que termine su ciclo de vida como compost, disuelto de manera natural.
El envase de cosmética Green Cycles, que puede ser personalizado con tintas biodegradables y cuenta con el certificado OK COMPOST, sufre una degradación biológica en cualquier planta de compostaje, y no genera residuos, ya que se transforma en dióxido de carbono, agua, sales minerales y biomasa. De esta forma, se elimina por completo el impacto ambiental y la contaminación.