El nuevo punto de venta suburbano, cuya apertura se espera para mediados de agosto, contará con edificio propio en Calle del Cabo Rufino Lázaro. Dispondrá de una extensión total de 3.070 metros cuadrados, diferenciados en tres plantas: planta calle, primera planta y planta sótano. En esta última se situará la mayor parte de las plazas de aparcamiento (48 en total). La planta calle y la primera planta, por su parte, concentrarán las zonas de exposición y venta, con alrededor de 1.400 metros cuadrados para este fin.
En la planta calle se distribuirán los espacios de inspiración para las estancias de salón, cocina y comedor, una zona de presentación de novedades y el área de restauración. En ella se ofrecerá servicio de restaurante en una terraza y productos de su tienda de alimentación sueca para compra directa.
La primera planta albergará el surtido relacionado con baños y dormitorios y. Además, aproximadamente la mitad de ella estará destinada a los servicios de planificación de las diferentes estancias. Por otra parte, la nueva tienda ofrecerá los servicios click & collect y order & collect (el cliente encarga el pedido en la propia tienda y lo recoge más adelante en un día convenido). De este modo, Ikea asegura el acceso a todo su surtido desde su nuevo punto en Las Rozas.
Este será el quinto en Madrid, junto a sus grandes establecimientos en Alcorcón, Ensanche de Vallecas y San Sebastián de los Reyes, y su tienda urbana Ikea Goya, formato en el que se inspira esta nueva tienda aunque con carácter suburbano en este caso.
El mercado madrileño es precisamente, junto al catalán, uno de los focos de crecimiento definidos dentro del plan de expansión de la compañía, que prevé un plan de aperturas para los próximos años con una inversión de 150 millones de euros y la creación de 750 empleos. Esta inversión se enmarca dentro de la estrategia global de la compañía para abrir nuevos formatos de tienda en el centro de las ciudades y acercarse a la mayoría de las personas. Un total de 30 urbes en todo el mundo acogerán estos nuevos puntos de contacto con diferentes formatos de proximidad, siendo Madrid y Barcelona dos de las ciudades elegidas.
“Con este nuevo punto conseguimos ser aún más accesibles y unir en un único espacio los diferentes servicios, productos y experiencias que ponemos a su alcance. Los consumidores demandan cada vez más espacios de proximidad y una atención personalizada que harán de Ikea en Las Rozas una experiencia en sí misma. Ofrecer formatos cada vez más diversos y dispersos puede ser de gran valor para el consumidor y para el negocio”, indica Petra Axdorff, CEO en España de la compañía.