Desde esta tienda se puso en marcha un año atrás un proyecto logístico pensado para mejorar los flujos y tiempos de entrega al cliente. De hecho, se ha conseguido evitar paradas intermedias entre la tienda y el hogar del cliente y las entregas son ya directas.
Se trata de un nuevo planteamiento de fulfilment, como se conoce a este tipo de procesos dentro de la disciplina logística, que ha contado con una inversión de cerca de dos millones de euros y cuyos resultados han dependido de tres pilares de cambio fundamentales. Uno de ellos es el de repensar la disposición y forma de agrupar los elementos, dejando de hacerlo por productos y haciéndolo directamente por cada pedido que se registra. Otro es una nueva distribución interna de los productos por la que, por ejemplo, la mercancía con mayor conexión a transporte ha quedado colocada en la zona más cercana a la puerta de salida de este.
Por último, destaca la creación del concepto de “artículos híbridos” en aquellos productos icónicos con gran demanda, como es el caso de la estantería Billy. Así, se coloca una parte de esta mercancía en la zona de autoservicio de los clientes y otra parte en la zona del autoservicio de uso exclusivo interno, evitando que el trabajador tenga que desplazarse hasta la zona de clientes para hacerse con ella.
Lo cambios son visibles también en las instalaciones, con la ampliación de las zonas destinadas a la preparación y carga de pedidos en los camiones de reparto, la reforma de espacios para conectar las distintas zonas de recogida, preparación y salida de mercancía, y la creación de un nuevo módulo de almacén independiente para la mercancía destinada a Ikea Goya. La zona de salida de mercancía cuenta con ocho muelles desde los que se realizan rutas diferenciadas, junto con la empresa colaboradora de transporte.
De estos muelles salen entre 30 y 40 furgonetas diarias, incluyendo eléctricas para minimizar el impacto medioambiental. Además, se cuenta con una zona de reparto diferenciado para pedidos destinados a otras provincias y puntos de entrega de mercancía. Como servicio de entrega adicional, la tienda, a su vez, dispone de taquillas donde los clientes pueden recoger sus pedidos sin necesidad de entrar en el centro y con formato de cita y gestión digital.
Con todo, Ikea Alcorcón ha logrado centralizar gran parte del mercado online de Madrid y cada día se realizan desde la tienda una media de 650 entregas directas a los hogares de los clientes. A esta cifra, hay que sumarle otros 200 pedidos diarios que se preparan para recoger en Ikea Goya y los más de 100 que los clientes recogen en la tienda de Alcorcón. En total, más de 900 pedidos de un peso medio de 170 kilos, que se preparan diariamente desde la tienda, alcanzando los 1.200 pedidos en momentos de pico de actividad.
“Para una empresa como Ikea, que el cliente compre hoy y lo reciba al día siguiente es un reto grandísimo. Aunque el proyecto se planteó antes del estallido de la pandemia, su ejecución fue pareja a esta y al incremento de la demanda online. En cuestión de días tuvimos que asumir tal volumen de pedidos que en mitad de un proceso de cambio planteó desafíos, pero que ha reforzado nuestra capacidad de adaptación y nuestro ritmo en los procesos. Ha sido un aprendizaje continuo”, reconoce Gerardo Pina, director de Ikea Alcorcón.
Tanto es así que el proyecto de fulfilment de esta tienda se extenderá a otros centros en España próximamente y también a otros espacios Ikea del mundo, concretamente en Tokyo, Nueva York o París.