La empresa Panvivo de Castejón elaboró dos enormes roscos que sumaban 80 metros de longitud y que se repartieron entre los visitantes de Itaroa que hicieron un alto en sus compras para participar de la multitudinaria merienda.
Unos 120 kgs de dulce compuesto por aceite, huevo, sal, azúcar, agua, canela, harina, centeno y levadura, repartido en unas 2.000 raciones, acompañadas de un vaso de zumo o copa de cava según los gustos. También hubo un rosco más pequeño apto para celiacos.