La operación se ha llevado a cabo a través de Iberian Sports Retail Group, la joint venture con la que el grupo británico opera en la Península Ibérica y que integra además los negocios de Sprinter y Sport Zone.
El importe de la transacción no ha trascendido. El equipo directivo de Bodytone, liderado por Joaquín Marín, mantendrá el 49,99% restante de la empresa.
Bodytone es una empresa con una trayectoria de más de 20 años en el mercado del fitness y con presencia en 40 países de los cinco continentes. La marca diseña, fabrica y distribuye productos para el gimnasio. En 2020 facturó 28,5 millones de euros, más del doble que el año anterior debido, sobre todo, al auge de entrenar en casa por el confinamiento.
La operación se produce dos meses después de que Iberian Sports Retail Group, adquiriera el 80% de Deporvillage. “Deporvillage tiene un fuerte foco en el consumidor y es el líder del mercado en sus categorías en España con un potencial significativo para un mayor desarrollo internacional. Le damos una gran bienvenida al equipo de Deporvillage a ISRG”, subrayaba entonces Peter Cowgill, presidente ejecutivo de JD Sports.