El moderador del desayuno será Helder Ferreira, operations coordinator en Sonae Sierra, que hizo hincapié en que las iniciativas de impulso de la sostenibilidad no son solo buenas para el planeta, sino para las propias empresas. Se organizó una mesa redonda en la que participaron Mónica Chao, experta senior en sostenibilidad de intu; Rodrigo Salas, building & leading the innovative sustainable organization de Leroy Merlin; y Leticia Tejada, CSR y sustainability manager Europe de Neinver.
Mónica Chao hizo hincapié en que, en el informe de riesgos mundiales, que se mostró en el Foro Económico de Davos, los cinco primeros están relacionados con el medio ambiente. Por tanto, consideró que “las nuevas acciones de los gobiernos y las compañías deberían afrontar estos retos”. Añadió que las empresas en su conjunto valoran que las oportunidades de negocio derivadas del cambio climático podrían alcanzar los dos trillones de dólares.
Por su parte, Rodrigo Salas insistió en que “es el momento de actuar por el planeta y el futuro de nuestros hijos”. Recordó que la Tierra es un ecosistema cerrado y que si consumimos los recursos no renovables y sobrexplotamos los renovables hay una gran tasa de carga para el planeta. Subrayó que el PIB global se ha multiplicado por dos en 32 años, duplicando el número de recursos. Además, el crecimiento demográfico ejerce una gran presión. Las previsiones indican que en 2100 se alcanzarán los 10.000 millones de personas. “Cada año gastamos 1,5 veces más que lo que la Tierra es capaz de consumir. Si países como India o China consumieran como en el mundo desarrollado, necesitaríamos 4,6 planetas”, comentó.
Las normativas, pero también los ciudadanos, están presionando. El 60 % de los usuarios busca adquirir productos más sostenibles y éticos, al mismo tiempo que el 57 % reconoce que comprar le hace feliz. Casi el 80 % de la gente está dispuesta a cambiar de tienda o marca si coincide más con sus valores.
A continuación, Leticia Tejada comentó que el sector inmobiliario es responsable del 40 % de las emisiones de CO2 y en Europa solo el 30 % de del parque comercial tiene un certificado de sostenibilidad, por lo que el potencial de mejora es importante. Estimó que las medidas de eficiencia pueden reducir un 50 % las emisiones globales de CO2 para 2030. Recordó que para cumplir con el acuerdo de París todos los edificios comerciales de Europa tendrían que ser de emisiones 0, pero también quiso lanzar un mensaje optimista “porque juntos podemos revertir los impactos”.
Mónica Chao añadió que existen dos vías para afrontar los retos de la sostenibilidad. Una sería la mitigación, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero, y la otra estrategia pasaría por adaptar las infraestructuras a las exigencias del cambio climático. Por ejemplo, comentó que el proyecto intu Costa del Sol será un contribuyente neto de energía renovable. Además, han realizado un estudio climático para afrontar retos como mayores inundaciones o eventos climáticos puntuales que puedan causar daños. De esta forma, se podrán incluir medidas preventivas en el diseño.
Rodrigo Salas hizo hincapié en que hay que crear un marco de negocio sostenible, integrados dentro de los objetivos de la empresa. En esta línea, en Leroy Merlin han definido unos estándares de construcción sostenible y han integrado las decisiones ecológicas en el desarrollo del negocio. Se ha reactivado la producción energética para el autoconsumo y se han cambiado los modelos logísticos con estos criterios. Esta concienciación se ha trasladado también a la gestión de residuos y en el diseño ecológico de los productos, poniendo el foco especialmente en los plásticos. El objetivo de la compañía es reciclar el 90 % de los residuos.
Otro pilar es la concienciación y la formación de los usuarios, con artículos que les permiten ser más sostenibles. También es clave colaborar con los proveedores para que sigan estas políticas, exigiéndoles, entre otras cuestiones, que utilicen materiales reciclados.
Leticia Tejada concluyó que hay que implicar tanto a los clientes como a las marcas para que sean más responsables. De hecho, destacó que los retailers cada vez ofrecen más colecciones sostenibles y se les da más visibilidad. Los centros comerciales pueden facilitar formación y herramientas para mejorar la gestión de residuos o fomentar el transporte público.
Tras el análisis realizado por los miembros de la mesa redonda tuvo lugar un animado coloquio en el que se trataron cuestiones como la importancia de conectar con las comunidades en las que se ubican los centros comerciales o la mejora de la accesibilidad, como parte también sustancial de esta búsqueda de la sostenibilidad.