Esto ha supuesto el cierre de más de 3.700 comercios (de los cuales, el 85% son pequeño comercio, de menos de 300 metros cuadrados) y pone en peligro el empleo de más de 70.000 trabajadores. "Se trata de una discriminación innecesaria teniendo en cuenta la actual limitación del aforo al 30% y considerando que centros y parques comerciales han demostrado desde el inicio de la crisis sanitaria que son espacios seguros y confiables. Están realizando un enorme esfuerzo económico y de personal para implementar en toda Cataluña, de manera ejemplar y sin fisuras, las medidas de seguridad exigidas por las distintas regulaciones, que exceden en muchos casos las propias recomendaciones recibidas".
Desde el sector se han enviado datos a la Generalitat que muestran el control y rigor extremo en el cumplimiento de los aforos permitidos en todo momento, así como los protocolos higiénico-sanitarios que garantizan la seguridad en los centros y parques comerciales. Se ha trasladado igualmente el éxito que estas medidas han supuesto desde el momento en que los centros y parques comerciales abrieron sus puertas al público. El sector también ha mostrado a la Generalitat de Cataluña su disposición a revisar todas las medidas y estudiar otras posibilidades que no pongan en peligro el futuro de un sector generador de empleo.