No obstante, el regreso de los viandantes a la calle Larios en los meses de agosto y septiembre supone un aumento en la afluencia peatonal en comparación con los meses anteriores, debido en parte al tímido incremento de turismo nacional e internacional en la zona. De este modo, en agosto hubo un 21% más de viandantes que en el mes anterior en la calle Larios.
Este aumento progresivo de la afluencia en la vía comercial también se observa analizando los datos de julio, cuando la afluencia aumentó un 57% con respecto a junio. A pesar de este incremento, en el mes de julio la afluencia en la calle Larios se situó un 50% por debajo de la registrada en febrero.
“El impacto de la caída del turismo internacional provoca que no se recuperen las afluencias”, afirma Rafael González Márquez, director de High Street Andalucía. De todas las calles comerciales analizadas por CBRE, sólo la calle Colón de Valencia y la Gran Vía de Bilbao han logrado superar de forma significativa los niveles de afluencia que registraban antes del COVID-19. Otras, como el eje formado por las sevillanas Velázquez, Tetuán y O’Donnell y la calle San Miguel de Palma de Mallorca han recuperado prácticamente los niveles que registraban en febrero, y el resto de las arterias analizadas en otras ciudades de Barcelona, Madrid, Málaga y Zaragoza se mantienen por debajo.