La cifra de negocios consolidada ha alcanzado los 15.783 millones de euros, lo que supone un incremento del 1,1% respecto al ejercicio precedente. El Grupo también ha conseguido incrementar su margen bruto en un 1,5% hasta situarse en 4.696 millones. Todo ello refleja la positiva evolución del negocio, así como una mejora de la gestión que está llevando a cabo el grupo.
Durante 2018 se han realizado inversiones por un valor de 396 millones, la mayor parte de las cuales se han destinado a mantener el estándar de calidad de los centros comerciales y a reforzar el negocio digital. En este sentido, hay que destacar la fuerte apuesta por la omnicanalidad que desarrolla el Grupo, lo que le ha permitido reforzar la interrelación entre las tiendas físicas y el entorno online, con un incremento del 17,4% en número de pedidos y de casi el 20% en facturación.
En el ejercicio han tenido lugar una serie de acontecimientos de relevancia para el conjunto del grupo. En el mes de septiembre se cerró una emisión de bonos senior por importe de 600 millones de euros con vencimiento en 2024. Tres meses después se llevó a cabo una colocación privada de bonos senior por valor de 90 millones de euros que ofrecían las mismas condiciones que la emisión anterior. El objetivo de ambas operaciones era la diversificación de las fuentes de financiación.
En paralelo, se ha puesto en marcha un proceso de desinversión de activos inmobiliarios no estratégicos, que se espera materializar, en su mayor parte, a lo largo de 2019. El importe que se obtenga con dichas desinversiones se destinará, principalmente, a reducir deuda.
Otro de los acontecimientos relevantes que tuvieron lugar en el ejercicio 2018 fue el acuerdo con el grupo holandés GrandVision que adquirió Optica2000. Esto va a permitir a la cadena especializada en productos y servicios ópticos y de audición iniciar una nueva etapa de crecimiento. Los establecimientos de Optica2000 ubicados en los grandes almacenes seguirán prestando asesoramiento y servicio a los clientes de El Corte Inglés.
Al cierre del ejercicio, la deuda del grupo se situaba en 3.367 millones de euros, lo que supone una importante reducción respecto al año anterior, concretamente, 467 millones menos. Gran parte de este importe procede de la venta de inmuebles y otros activos no estratégicos, así como de la generación de caja operativa.