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La vuelta a la normalidad suaviza la caída del consumo

La desescalada ha moderado la reducción del consumo. La caída del gasto con tarjeta, que superó el 60 % interanual a mediados de abril, se atenuó hasta el -13 % en la primera semana de junio por la evolución más favorable de las compras con tarjetas españolas según BBVA Research.

La vuelta a la normalidad suaviza la caída del consumo

El gasto con tarjetas españolas frenó su deterioro en las provincias que alcanzaron la Fase 2 el 1 de junio, pero perdió impulso en las iniciaron la Fase 2 el 25 de mayo y agravó su caída en las que continuaban en Fase 1, indica BBVA Research.

El gasto aumentó en 29 provincias en la semana del 1 al 7 de junio respecto al mismo período de 2019. Destacaron algunas de las que accedieron a la Fase 2 el 25 mayo, como Ceuta, Melilla, Córdoba, Sevilla, Pontevedra, Asturias y Navarra. En el extremo opuesto se situaron Madrid, Zamora, Soria e Illes Balears, con caídas superiores al 20 %.

Alimentación, equipamiento del hogar, salud, libros y prensa y grandes superficies lideran el crecimiento del gasto con tarjeta. Por el contario, la demanda de ocio y la relacionada con desplazamientos apenas muestran signos de mejora.

El peso de la alimentación en el gasto con tarjeta se ha triplicado desde la declaración del estado de alarma hasta representar la mitad del consumo presencial. En contraste, moda, bares y restaurantes, transporte y viajes han perdido relevancia.

Durante el período de confinamiento, las retiradas de efectivo cayeron menos que las compras con tarjeta. Llegaron a representar el 37 % de la suma de compras y retiradas entre mediados de marzo y comienzos de mayo, cuatro puntos más que en el mismo período de 2019.

Con el avance de la desescalada, la relación entre las retiradas de efectivo y las compras con tarjeta ha retornado a las cifras de enero y febrero (32 % del agregado desde inicios de mayo). El cambio de fase no parece explicar la evolución diferencial de las retiradas de efectivo: las provincias ubicadas en la Fase 2 ya registraban un mejor comportamiento de las retiradas que las situadas en la fase 1 antes del salto.