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Las ventas de productos de gran consumo aumentaron un 6,4% en 2020

El año pasado se facturaron 95.000 millones de euros en productos de gran consumo, un 6,4% más que en 2019, según NielsenIQ.

Las ventas de productos de gran consumo aumentaron un 6,4% en 2020

La compañía estima que la COVID-19 provocó un aumento de ventas en torno a los 3.100 millones de euros.

Los productos envasados y los frescos registraron en 2020 un crecimiento similar, del 6,4% y 6,5%, respectivamente. Sin embargo, su comportamiento fue muy diferente en cuanto a los precios. En concreto, mientras que los primeros mantuvieron un precio promedio relativamente estable (+0,4%), los segundos los subieron un 5,5%.

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Por otra parte, la mayoría de los españoles pasaron una gran parte de su tiempo en casa, especialmente durante los periodos de confinamiento. Con el cierre de restaurantes y la restricción de las actividades fuera del hogar, la compra de alimentos en los canales de retail ganó terreno.

Todo ello se ha visto reflejado en un aumento generalizado de la demanda de las secciones de gran consumo, lideradas por la alimentación envasada. De acuerdo con la compañía de medición, esta alcanzó un crecimiento en volumen de un 7,8%.

El canal online, protagonista

Impulsada por las condiciones extraordinarias que impuso la pandemia, la curva de ventas a través de este canal empezó a subir ya desde la última semana de febrero del año pasado y alcanzó su pico a finales de abril. Desde entonces, el nivel de venta online semanal no ha vuelto a los valores previos a la COVID-19. Esta tendencia se mantiene este año. De hecho, el e-commerce aumentó en enero un 115% respecto al mismo periodo de 2019.

De acuerdo con NielsenIQ, la recuperación económica también impactará en el consumo en España. No obstante, la normalización tardará en trasladarse a los hogares, por lo que previsiblemente los clientes sentirán la crisis con mayor fuerza este año.

Muchos de estos cambios van a suponer, al menos en parte, una variación permanente en determinados hábitos, tanto de compra como de consumo. Además, estos obligarán a retailers y fabricantes a adaptar en tiempo récord lo que se habría planificado a varios años.