De esta manera, Leroy Merlin quiere atenuar las consecuencias del estado de alarma en sus partners, tanto pequeños instaladores como proveedores. Esta medida se une al canal de venta online y venta telefónica, esta última puesta en marcha en marzo, para que tanto clientes particulares como profesionales sigan contando con el asesoramiento de los colaboradores expertos de Leroy Merlin.
La cadena ha establecido un plan de actuación para la reapertura de los puntos de venta, desarrollado por un comité interdisciplinar con responsables de diferentes áreas. Se trata de un plan en continua actualización, siempre a tenor de la evolución de la situación y de las diferentes recomendaciones que puedan ir emitiendo las autoridades sanitarias.
Dentro de estas medidas de seguridad, el plan de Leroy Merlin se estructura en cinco ejes principales de actuación con medidas higiénicas básicas, tanto para colaboradores como clientes profesionales, medidas técnicas de distanciamiento personal, mediante la colocación de señales y circuitos, medidas organizativas, medidas de prevención y medidas de protección individual.
Así, la compañía ha asegurado el cumplimiento escrupuloso de todas las condiciones de seguridad e higiene establecidas por las autoridades competentes. Estas medidas se están aplicando también en toda la cadena logística, incluyendo el reparto de pedidos a domicilio, extremando al máximo la seguridad tanto para el repartidor como para el cliente.
Gracias a la reapertura de estos puntos de venta a cliente profesional, más de 600 colaboradores pueden reincorporarse a su puesto de trabajo. En esta línea, la cadena continuará apostando por proveedores nacionales. Estos actualmente representan el 72,8 % de sus compras, lo que se tradujo en 2019 en 1160 millones de euros.