Esta inauguración sustituye a la otra tienda que la compañía tiene en la zona. La cadena de supermercados ha confiado a varias empresas de la zona la ejecución de este proyecto, cuya puesta en marcha ha supuesto la creación de 10 nuevos puestos de trabajo, para una plantilla total de 25 empleados.
El nuevo establecimiento cuenta con más de 110 plazas de parking y con una sala de ventas de 1.300 metros cuadrados.
Con esta apertura, Lidl avanza en su apuesta por el desarrollo económico local con 19 centros en la provincia de Tarragona, que generan más de 3.000 empleos entre directos, indirectos e inducidos (un 0,88% del total).
Asimismo, refuerza su presencia en Cataluña, donde pone a disposición de sus clientes una red de más de 115 puntos de venta. Su actividad provoca un impacto en el PIB de la comunidad de 1.000 millones de euros anuales (un 0,46% del total).
Por otra parte, la marca compra 600 millones en producto catalán al año. Actualmente exporta un 28% de lo que compra en Cataluña a su red internacional.