El nuevo establecimiento cuenta con unos 1.300 metros cuadrados de sala de ventas en los que el cliente puede encontrar el surtido habitual de Lidl. En línea con la apuesta de la compañía por una alimentación saludable, los productos frescos (fruta y verdura, carne y pescado, pan y bollería recién horneados, etc.) tienen un amplio protagonismo junto a los productos de nevera, secos envasados, cosmética, higiene personal y limpieza.
La tienda dispone de ‘Listo para comer’, la nueva gama de productos preparados para el consumo inmediato de la cadena de supermercados que responde a las últimas tendencias del mercado. Se trata de una gama de 14 platos a precios de entre 1,99 y 2,99 compuesta por referencias calientes y frías de corte tradicional (paella, medios pollos asados, croquetas de jamón, albóndigas, ensaladilla rusa…), clásicos americanos (hamburguesas de queso y bbq, nuggets y crispies de pollo, alitas picantes…) y alternativas veggie como el wrap de falafel.
Por el momento, es una iniciativa en fase test que está presente en cinco tiendas de la Comunidad de Madrid: Madrid-Pavones (Moratalaz), Avenida San Pablo (Coslada), Alcorcón-Rivota (Alcorcón) y García Noblejas y Avenida del Mediterráneo ahora (en Madrid capital). Sin embargo, esta novedad se extenderá a lo largo de este año a otras tiendas en España empezando por las nuevas aperturas en la Comunidad de Madrid.
Lidl está presente desde hace más de 20 años en la región, donde a día de hoy cuenta con una red de más de 60 establecimientos y una plantilla que supera los 1.700 empleados. La compañía trabaja con más de 70 proveedores locales a los que en 2018, por ejemplo, compró mercancía por valor de unos 200 millones de euros.