El concepto está basado en adaptar el bar de tapas tradicional al mercado actual. El pincho es el protagonista, con más de 200 variedades. Entre ellos se encuentran tapas clásicas como los pimientos del piquillo rellenos de txangurro, los huevos rotos y croquetas, el cachopo asturiano o los choricitos a la sidra.
La oferta se dibide en pinchos fríos, que el cliente puede pedir directamente en la barra, y calientes, que el camarero pasea por el establecimiento hasta que alguien los coge. Como bebida, destaca lo que han denominado "caña maestra".