La familia Matarranz, con cuatro generaciones de emprendedores, ha liderado este negocio desde 1911. La compañía se creó como un comercio textil especializado en la venta de metrajes y pañuelos, para ampliar posteriormente su gama de productos y apostar por la ropa de casa.
En 1911, Ramiro Matarranz funda la empresa y abre su comercio a principios de la calle Atocha, al lado de la Plaza Mayor de Madrid. En 1919 amplía el negocio a la calle Gerona. El negocio se extendió por otras conocidas calles madrileñas, como la Gran Vía, el Paseo de la Habana o la calle Serrano, donde Matarranz se instala en 1941; después de transformar un antiguo obrador.
Algodones egipcios, italianos y portugueses; linos irlandeses, belgas e italianos; lanas, como el cashmere y el mohair; pelos de camello y vicuña o los plumones blancos del ártico y grises de los patos Eider de Islandia son algunos de los materiales con los que trabaja la marca.
La compañía ofrece servicios personalizados para profesionales o incluso para decoración a medida de embarcaciones.