Estas lucen el logo de la empresa en un lateral. El cambio, que implicará una inversión anual de más de cinco millones de euros, supone una mejora en los equipos de protección en el puesto de trabajo, ya que estas nuevas mascarillas son más resistentes al calor y a la humedad, más cómodas y ergonómicas. Además, protegen durante toda la jornada laboral.
Por otra parte, se refuerza el compromiso de la compañía con el medio ambiente, al apostar por una prenda reutilizable hasta 10 usos. Esta mejora empezó a aplicarse a finales de 2020 y la previsión es que los más de 95.000 empleados de la compañía disfruten de estas nuevas mascarillas corporativas antes de que finalice el mes de mayo.
El proveedor Cambrass es el responsable de elaborar este producto certificado por AITEX y caracterizado por su alta eficacia de filtración del 99%.