Esta cifra supone casi triplicar sus ganancias respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. La facturación entre diciembre y febrero alcanzó los 871 millones de euros, un 2,6% más. De esa cifra, los ingresos procedentes de Japón crecieron un 16,4%, hasta los 561,2 millones, mientras que en el resto del mundo se contrajeron un 15,5% (309,9 millones de euros).
El coste de los productos vendidos se elevó un 0,9%, es decir, 447,2 millones de euros, mientras que los gastos generales, de venta y administrativos disminuyeron un 2,9% (345,2 millones).
De esta forma, en el conjunto del primer semestre de su año fiscal, la firma japonesa se anotó un beneficio neto 156,5 millones de euros, un 4,1% más, tras un alza del 2,7% en la facturación, hasta los 1.754,2 millones.