La enseña aterrizó en la capital el pasado mes de marzo en Chamberí y Tetuán. Ahora, con esta apertura sigue consolidando su apuesta por un crecimiento rápido en el delivery de la mano de Uber Eats.
Contando la llegada a Madrid, Pizzamarket ha creado más de 100 puestos de trabajo en el último año. Además, en estos momentos dispone de nuevas vacantes entre repartidores y personal de tienda, tanto en Madrid como en Barcelona, provincia donde se encuentran el resto de sus locales.
De tener cuatro establecimientos en la provincia catalana antes del comienzo de la pandemia, ha pasado a contar con 12 distribuidos por ambos territorios. Su previsión ahora es cerrar el año con 16 locales repartidos por la geografía española y a partir de 2022, inaugurar 10 nuevas tiendas cada año.
El CEO de la compañía, Nacho Caturla, insiste en el valor diferencial de Pizzamarket: pizzas artesanas a domicilio, aunque la mayor parte de sus locales son restaurantes. “En un momento en el que se está apostando tanto por las marcas virtuales, nosotros seguimos creyendo en la importancia de crear una marca con locales visibles e imagen corporativa”, ha afirmado.
La compañía abrió las puertas de su primer local en 2011, pero el verdadero impulso lo ha tomado en los últimos doce meses: cerró 2020 facturando 4,5 millones de euros, un millón más que en 2019.