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Retail y hoteles, los más afectados por la crisis del coronavirus, según JLL

JLL prevé una desaceleración en la inversión en el primer semestre de 2020 a medida que los inversores reaccionen a la incertidumbre del coronavirus, siendo los sectores retail y hotelero los más afectados.

Retail y hoteles, los más afectados por la crisis del coronavirus, según JLL

En el sector retail, los operadores globales deben prepararse para afrontar un período de riesgos elevados para el flujo de liquidez y mayores costos operativos derivados de una caída en la demanda del consumidor y la interrupción de las cadenas de suministro.

“Proteger el flujo de caja sigue siendo crucial para todos los retailers y particularmente para aquellos operadores con márgenes de ganancia reducidos. Los más afectados pueden buscar una moratoria temporal de alquiler por parte de los propietarios”, aseguran.

Los operadores con una infraestructura robusta para cumplir con los pedidos online podrían ser beneficiarios a más largo plazo, poniendo mayor énfasis en el cambio hacia un modelo minorista omnicanal flexible. Asegurar la continuidad de las operaciones al repensar las cadenas de suministro será clave para mitigar el riesgo de futuras conmociones.

En lo que respecta al sector hotelero y la hostelería, el impacto de las restricciones de viaje, las cancelaciones de eventos y la reticencia de las personas a viajar se han sentido de inmediato. A corto plazo, las tasas de ocupación caerán.

Las ubicaciones con una alta proporción de visitantes internacionales están más expuestas, mientras que las ubicaciones accesibles a una audiencia nacional en automóvil o transporte público pueden beneficiarse. Existe la posibilidad de un rebote bastante rápido si el virus está contenido en poco tiempo.

El impacto y las secuelas del Covid-19 cambiarán nuestra forma de vivir y trabajar, lo que podría conducir a nuevos modelos operativos, así lo asegura la consultora JLL, y añade que, si bien el consenso actual es que se producirá un repunte en la economía global en la segunda mitad de 2020, la evolución exacta es desconocida en este momento.

En lo que respecta a la forma que tenemos de trabajar, JLL explica que el brote podría causar un aumento del trabajo remoto, un hecho que reduciría las tasas de utilización de las oficinas.

“Se ejercería una mayor presión sobre los mercados de oficinas que ya están en una etapa tardía de su ciclo, creando potencialmente un retraso en la actividad de inversión y un crecimiento del alquiler más suave de lo previsto previamente”, afirman para después añadir "que los propietarios con exposición a arrendamientos a corto plazo serán los más vulnerables”.

En resumen, a largo plazo, el brote probablemente acelerará la adopción del teletrabajo y la inversión en tecnologías colaborativas.

En cuanto a la forma en la que vivimos, JLL también plantea algunas reflexiones. “La tendencia a largo plazo hacia una vida de mayor densidad y mayores espacios de colaboración potencialmente aumenta el riesgo de transmisión. Será necesario desarrollar protocolos de mitigación”.

Los sectores residenciales, particularmente multifamiliares, tienden a tener características más defensivas, beneficiándose de flujos de ingresos estables y la capacidad de mantener activamente las rentas para limitar los períodos nulos. La demanda también es relativamente resistente a los choques externos.