Ahora bien, la patronal de El Corte Inglés hace referencia a varios condicionantes abiertos y sujetos a un nivel de incertidumbre muy alto. En primer lugar, se tiene que cumplir con éxito la campaña de vacunación. Además, sería necesario recuperar la movilidad interna totalmente en verano. Y, por último, se debería recuperar al menos un 50% del turismo internacional del verano de 2019, ya que el comercio ha dejado de ingresar más de 3.400 millones de euros por la debacle de este sector en el último año.
Esta previsible recuperación se da en un momento en el que el comercio minorista en España ha perdido más de 20.000 millones de facturación y destruido 59.000 empleos en doce meses de pandemia. A ellos, se suman otros 100.155 trabajadores en situación de ERTE. En este sentido, se trata del segmento más dañado por la pandemia, por detrás de las actividades de venta al por mayor y los servicios de comida.
De acuerdo con Anged, España es la única economía entre las grandes de la UE, junto a Italia, en la que el comercio todavía no ha retomado la senda del crecimiento. Las restricciones de movilidad explican hasta un 35% de las diferencias provinciales en el PIB, teniendo mayor impacto que el hundimiento del turismo. En el último año, el comercio no esencial ha estado cerrado total o parcialmente durante 181 días en Castilla y León, 162 días en las Islas Baleares y 222 días en Cataluña, donde todavía siguen cerradas tiendas de más de 800 metros cuadrados. De hecho, estas tres comunidades que encabezan las restricciones concentran casi el 50% del empleo total perdido en España desde octubre (69.094 parados).
La patronal demanda un compromiso nacional para recuperar la confianza, el consumo de los hogares y, sobre todo, el empleo. Una forma de rescatar las horas de trabajo y facturación perdidas sería promover un pacto para poder abrir más domingos y festivos en 2021. Por otro lado, pide poner en marcha líneas de ayuda para la reforma y mejora de las viviendas y lograr así un impacto muy positivo en categorías como los electrodomésticos, muebles, electrónica de consumo, telecomunicaciones o bricolaje.
Asimismo, Anged reclama que, en el ámbito fiscal, se tiene que buscar un entorno impositivo que aliente la inversión y el consumo. Respecto al laboral, afirma que es fundamental avanzar en la reforma, dentro del diálogo social, para dotar a las empresas de aquellas medidas de flexibilidad que les permitan afrontar el nuevo entorno y mantener, en la medida de lo posible, el empleo.