Las familias españolas, como lo demuestra el 52% de las consultas, afirma sentir preocupación por la reducción de la capacidad de aprendizaje que supone estudiar en un entorno como el hogar, en comparación con la enseñanza presencial tradicional. Le siguen el distanciamiento social (45%) y la falta de medidas de saneamiento y desinfección en los entornos escolares (39%). Asimismo, el 27% de los padres están preocupados por la posibilidad de tener que quedarse en casa con los niños en caso de confinamiento.
Las preocupaciones reflejadas en la encuesta son consecuencia de los problemas que las familias españolas han detectado durante los meses de aislamiento. De hecho, tan sólo el 37% de las familias afirman haber llevado a cabo las actividades de enseñanza a distancia sin problemas técnicos. En un escenario en el que el COVID-19 sigue presente, la enseñanza a distancia se considera un método útil para el 85% de las familias; sin embargo, una vez superada la emergencia sanitaria, este porcentaje desciende al 58%.
Cinco de cada diez padres españoles consideran útiles las clases online ya que ayudan a los estudiantes a familiarizarse con nuevas herramientas y tecnologías de aprendizaje (40%). Asimismo, otras de las ventajas que destacan son la utilidad como método complementario a la enseñanza (34%) en las aulas, así como el apoyo a los estudiantes de forma remota (30%).
Entre las desventajas, destacan la falta de acceso a herramientas útiles para poder llevar a cabo una correcta enseñanza a distancia (46%), la limitada capacidad para interactuar con otros compañeros (44%) y con los profesores (43%), así como la falta de apoyo que los profesores pueden brindar (36%) y dificultad que supone dejar a sus hijos solos en casa (29%).
El hecho de que la situación económica haya empeorado determina un enfoque diferente de las compras para la vuelta al cole, lo que se traduce en un cambio en el consumo de las familias españolas: Casi 6 de cada 10 padres piensan que el nuevo año escolar costará más que un año normal. El 22% de la muestra afirma que optará por préstamos y pagos a plazos, mientras que 3 de cada 10 padres españoles utilizarán sus ahorros para cubrir gastos extras, finalmente sólo el 10% no pedirá prestado ni verá afectados sus ahorros.
La perspectiva de evitar las aglomeraciones en las tiendas (49%) y, al mismo tiempo, recibir todo en casa (44%) son los principales factores por los que los padres españoles se decantan por comprar online. Por otro lado, el 42% piensa que usará tanto las tiendas físicas como el comercio electrónico en igual medida, aunque el no poder comprobar en vivo el estado de la mercancía (37%) es el principal inconveniente para la compra en línea.
Los libros de texto y los artículos de papelería ocupan el primer lugar entre las principales compras de las familias: son la prioridad para el 68% de los encuestados y representan la principal necesidad. En tercer lugar, ropa y calzado siguen siendo imprescindibles en la cesta de la vuelta al cole (63%), mientras que en este nuevo curso se cuela la adquisición de productos higienizantes (48%), muy seguido de las mascarillas (47%).
Asimismo, ordenadores, soluciones de conectividad y todo lo vinculado a hacer del hogar un lugar adecuado para estudiar en la distancia, ocupan una posición secundaria en la lista de la vuelta al cole de las familias españolas.