El establecimiento era propiedad de Alberto Cortina Koplowitz, que se lo compró a Merlin Properties. La compañía lo tenía alquilado entonces a BBVA. Ahora, está ocupado por el flaghship de Igos, la apuesta de futuro de Philip Morris, según informa El Confidencial.
Para la operación, la socimi ha pedido una financiación de 25 millones de euros. Asimismo, ha requerido autorización a la suscripción de un contrato de préstamo con el accionista mayoritario de la sociedad o con cualquier otra empresa del grupo, por importe aproximado de 20 millones de euros y, en su caso, del otorgamiento de garantías en relación con la misma.