Esta tecnología, verificada por laboratorios certificados por Sanidad, permite inactivar gérmenes y bacterias sin utilizar compuestos químicos desinfectantes y sin dejar residuos en las superficies sobre las que se aplica. Esta radiación deja sin actividad a los virus en el ambiente y en las superficies irradiadas hasta en un 99,99 %.
La compañía ha abordado este proyecto a partir de su oferta original, sistemas para el tratamiento del calzado, que ahora ha reconvertido para proporcionar soluciones al sector empresarial tras el nuevo escenario creado por la crisis sanitaria.
Celtecnia ha llevado este sistema de desinfección a diferentes formatos para ajustarse a las necesidades particulares de cada espacio. La torre o módulo de desinfección UVC es el que ya se ha comenzado a instalar en algunos establecimientos y permite desinfectar e higienizar la estancia en unos 20 minutos, en función de su superficie.
Este formato está especialmente diseñado para el sector relacionado con la salud y para aquellos espacios en los que el contacto personal es mucho más estrecho: clínicas, gabinetes de fisioterapia o podología, peluquerías, centros de tratamiento de estética, oficinas y espacios de trabajo, etc.
“Las soluciones higiénicas y desinfectantes, además de ser obligatorias, se van a convertir en un servicio de valor añadido y diferencial para muchas empresas en el nuevo escenario provocado por el COVID-19”, señala el director de Celtecnia, Jon López.
La empresa está ultimando otros formatos como los túneles de desinfección 3D en continúo o cámaras de desinfección mediante ozono para adecuarse a las demandas de otros sectores como el de la moda o en el ámbito de la desinfección de material de protección personal “a precios asequibles para pymes y autónomos”, subraya el responsable de Celtecnia.